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     Después de caminar bajo el sol por el bosque de los monos, tanah lot y el pueblecito donde comimos, cuando ya te cojes complejo de vela derretida al fuego, llegamos a un oasis de verdor y neblina suave y fresca, nos recibieron con una toallita húmeda y cálida y nos obsequiaron con un té con gengibre buenísimo.\nEn la primera foto estoy en la terraza de nuestra habitación, que daba una sensación de equilibrio zen, asomada sobre las terrazas de arroz donde un campesino trabajaba, el hotel estaba colgado en la ladera de la colina, un lugar estupendo y refrescante\n\n
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