Hoy toca hablar de no-viajes. \n
Esta mañana, al ojear el periódico que nos acoge en “La Comunidad”, me han sorprendido dos noticias de países que no he visitado. Aunque los veo tan cerca -no sé si por mi obsesión de estar medianamente informado- que me llamaron especialmente la atención.\n
Dos bellas protestas públicas o interesantes reivindicaciones generan sendas noticias por el hecho de venir de donde vienen. En la contraportada (siempre comienzo a leer el periódico por esta parte) el diario titula “Las mujeres saudíes quieren conducir”. La redactora de la noticia duda que lo vayan a conseguir. Me he quedado boquiabierto, como si no supiera que es una realidad en ese país desde el comienzo de los tiempos. Una realidad olvidada en el siglo XXI, pero realidad al fin y al cabo.\n
Además, en las páginas de “Internacional”, una fotografía y su pie nos enseñan la protesta ante la Junta Militar de Myanmar -antigua Birmania- de un grupo (numeroso, por cierto) de monjes budistas. Entre otras cosas, exigen disculpas al Gobierno por la violencia que ejerció la policía en Pakoku, al norte del país, al disolver una manifestación de budistas con gases lacrimógenos.\n
Conozco (todos conocemos) el ambiente político-social de ambos países, por eso me fijé especialmente en ellas. Son para mí, dos países de no-viajes; dos sitios que aún están en mi sueño de viajero; dos ambientes terrenales que se escapan al control de mi cerebro, y que, por ello, me crean curiosidad y despiertan mi interés.\n
Hoy pretendía hablar de no-viajes y sin quererlo me he puesto triste.\n¿Dónde está esa justicia-social-globalizada, en este mundo globalizado?.\n
(La fotogafía, amabilidad de "El País")\n\n\n