LACOMUNIDAD.ELPAIS.COM_BLASFTOME_2010_5_9_ERES-MALCO-

Hace unos días -como un eco argentino de más allá del océano- le llamaban, a este viajero insatisfecho, ‘malco=malcogido’. Se rió y se ‘c-rió’ y se ‘rec-río’ hasta no poder respirar. Hoy, pensaba redactar algo sobre la playa de Copacabana y, sin el menor complejo, va a hacerlo en ‘sudaca-pañol’.\n\n

- La playa de Copacabana. ¡Huyyyyy, la playa de Copacabana!. \n\n

- ¡Pues tampoco es para tanto!.\n\n

En aquella recordada visita a la playa, en ciertas zonas cercanas a la discoteca ‘Help’, se encontraban prostitutas desinhibidas, jineteras (Cuba), pajuelas (México), zungas (Colombia), pirujas (Chile) sin ningún temor a mostrar su cuerpo en tanga, bikini o bombacha, a pesar de tener varias primaveras en el culo, nevera (Cuba) o poto (Chile). \n\n

Un montón, porrón o pocotón (Panamá) de bellezas comenzaron a bailar en la arena hasta el cansancio. Con gracia, alegría y sencillez. Cualquier ritmo o sonido que saliera de aquellos altavoces playeros era bueno.\n\n

Póngase el lector a pensar en las peores pendejadas (México), pavadas (Argentina), huevadas (Ecuador) o vainas. Los movimientos no cesaban; vibraban las nalgas o yucas (Perú); saltaban los pechos, tetas o puchas (Colombia) y había quien, excitado y cachondo, simulaba el movimiento de joder, chingar (México) o bombear (Honduras). \n\n

¡Y cómo bailaban! \n\n

Parecían manosear el aire con movimientos sensuales y hacía falta mucha valentía o arrecho (Ecuador), y ser chévere (Colombia y Venezuela) o bacán (Perú) para mantenerse quieto e impasible.\n\n

Gracias a un eco argentino queda enriquecido este 'blog'.\n\n\n