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Un año más la fiesta grande de Valencia terminó incendiando la ciudad. La cremá que tuvo lugar la noche del pasado viernes 19 de marzo dió fin a más de una semana de Fallas y festejos en la que los valencianos han debido de quedarse la mar de agusto tras lanzar todos los petardos habidos y por haber. ¡Madre mía qué ruido! \n\nCasi superada la resaca fallera (y digo casi, que los años no pasan en balde y cada vez le va costando más al cuerpo recuperar la agilidad, ¡maldita vejez!) y de vuelta al norte, al de verdad, puedo decir que me ha gustado la experiencia de las Fallas. Las mascletás del Ayuntamiento (tanto la del jueves como la del viernes) me parecieron una cosa digna de oir ya que el humo lo que es ver no deja ver mucho. Y el sabor a pólvora en la boca, las calles llenas de humo durante tanto tiempo... ¡Qué cosa más curiosa! \n\nLos ninots me llamaron la atención porque muchos parecían hechos tan sólo de una pieza (véase la foto de la esquina superior izquierda, primer premio en el concurso) y presentaban miles de detalles. ¡Cuánto trabajo para ser quemado! Aunque eso de que cada uno esté quietecito en un sitio y que sea el visitante el que tenga que acercarse hasta él no me acaba de convencer. Eh aquí un pequeño ejemplo de las Fallas de esta edición:\n\n
  \n\n  \n\n¡Y qué decir de los petardos! Es imposible ir por una calle más de cinco segundos seguidos sin oir un estallido. ¡Están por todos sitios! ¿Cómo les pueden gustar tanto? Con lo peligrosos que son. ¿Sus madres no les decían de pequeños "niño que te vas a quedar sin mano" o "ya verás como te estalle en la cara, a mi no me vengas llorando"? Que miedo. Eso si, tengo que admitir que una de las cosas que más me gustó de las Fallas fue la cremá de la carroza situada en una plaza de la zona de Bolsería que comenzó con una traca de petardos y todo tipo de pirotecnia. Terminó con los bomberos mojando a los allí presentes, eso sí, por petición popular. \n\nDe todas formas, tengo que confesar que aunque lo pasé de vicio, las Fallas no eran lo que esperaba. Demasiada gente pero, al ser tan grande la ciudad, las personas estaban relativamente dispersas y las verbenas estaban lejos unas de otras (claro que por otra parte había infinitas verbenas, igual era cosa de haberse enterado un poquito mejor de las cosas). Era como si faltara un poco de ambiente (no era San Fermín, por ejemplo, donde la fiesta está por todos sitios, todo el mundo habla con todo el mundo, etc). Pero las comparaciones son odiosas, y nada más lejos de mi intención. Al fin y al cabo tiene que haber fiestas para todos los gustos y colores. Supongo que los que más disfrutan de las fallas son los valencianos, envueltos en sus casetas y ninots y petardos, como debe ser. \n \nPero no penséis mal. Desde aquí animo a todo el mundo que se acerque a próximas Fallas porque es una fiesta única y diferente, que tenemos más o menos a tiro de piedra, y que merece la pena vivir al menos una vez. Eso sí, aléjensé lo más posible de petardos y cohetes, y huyan de los fuegos cruzados en los que los quinquis se divierten lanzando borrachos a los forasteros. A no ser que quieran terminar en el hospital con quemaduras de segundo grado. Y no olviden meter en la maleta un pantalón vaquero, ¡ese gran aliado!\n
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