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La tarta del 60 cumpleaños de la Berlinale ha tenido una guinda de largo paladear: Metrópolis, de Fritz Lang, en su versión -casi-original rescatada de un museo de Buenos Aires (copia del que fue original), proyectada simultáneamente en la Ópera de Frankfurt con la actuación de la Staatsorchester Braunschweig y en el Friedrichstadtspalast (Berlin), con la actuación de la Rundfunk-Sinfonieorchester. La simultaneidad llegaba hasta mi casa gracias a ARTE. \n\nEs curioso: en el momento de su estreno, en 1927, tuvo muy mala acogida, malas críticas y escaso público. Hasta tal punto que solo se proyectó en una sala y no duró mucho en pantalla. \nUna razón: era una distopía, una utopía pesimista. En tiempos en los que se necesitaban utopías optimistas. \n\nEra una película muy avanzada realizada y proyectada en un tiempo inadecuado. \n\nHoy es considerada una obra maestra del género. Ciencia ficción. Expresionismo.\n\nDos mundos, uno bajo tierra, las clases bajas, el otro respirando aire puro, el de las clases medias y altas. Una metáfora de la actualidad. Los dirigentes, manejados por el poder económico, pisan al mundo obrero. En el final de la película se pretende que el amor y la razón se den la mano y el mundo funcione a un solo nivel. \n\nEs el cine. Magia e ilusión.
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