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Leo estupefacta un artículo de elpaís.com de hoy, que citaré en el siguiente post. Información sesgada y politizada encuentra una en muchos sitios. Andaba yo escribiendo este post y me calenté y perdí mi propósito de control; a pesar de que ante otros artículos donde la información se planteaba de forma bastante sesgada, me obligué a no comentarlos en este blog. Mi blog es un blog de viajes, de libros de viajes y lugar de encuentro para no politizar ni andar de "arreglamundos" sin tener toda la información para discutir con rigor. Aparte de que mostrar indiferencia hacia cualquier forma de nacionalismo, me parece la postura más inteligente. No seguirles el juego a los que pierden su tiempo y el de los demás, además de su talento, si alguna vez lo tuvieron. \n\nPero es que a una se le hinchan ya un poco algo más que las narices. Como soy profe, me tengo que ceñir al lenguaje correcto, o semi. El caso es que el artículo mencionado me ha hecho revolverme otra vez. Y el post me ha dado para dos. Aquí va la primera parte: Historia de un desencuentro con las nuevas "Historias" presentadas por algunos periodistas.\n\nYa una estaba tristemente acostumbrada a la sistemática manipulación de la Historia (con mayúscula) perpetrada por algunos medios y escribientes que se las dan de escritores. \nPero he aquí que empecé no solo a decepcionarme, sino mucho peor, escandalizarme ante lo propio realizado por algunos periodistas de El país. \n\nEsto no es el comienzo no de una larga amistad, como decía Rick en Casablanca, sino de un doloroso y lento desencuentro. Sigo el periódico desde que estudiaba en la uni. Antes, cuando era estudiante, intentaba leer la información que me interesara en distintos medios, para intentar llegar a la más objetiva y rigurosa. Hoy no es posible, así que me limito a mirar por encima las web, leer lo que me interesa y acogerme a blogs de periodistas en los que confío, por estar libres de las cadenas de la empresa. No entraré a discutir lo bueno o malo de la edición digital, bastante se ha discutido en la red. Añadiré que la edición impresa de El país llega a ciudades más o menos grandes y sobre todo donde haya una buena universidad, pero con un día de retraso. A una no le dan las 24h para más, así que compro el lunes la edición del domingo, con EPS. Ya hace mucho tiempo que ando algo desubicada con este semanal, me desorienta la mezcla de posturas y criterios. Pero ahí sigo, fiel. Aunque me caliente. \n\nDe muchos ejemplos de desencuentros, elijo uno al azar. Estupefacta leí en una de estas ediciones dominicales un artículo de Mario Vargas Llosa y otros periodistas, apoyando y diciendo medias verdades o nulas sobre el nuevo presidente chileno. Hay ciertas frases que son hasta obscenas. No sé si habéis viajado por Chile, pero os lo recomiendo, por tantos motivos (un país maravilloso), pero sobre todo para cerciorarse de unas cuantas verdades ajenas a lo expresado por estos autores en aquella edición dominical que quise olvidar. \n\nEste fue uno de tantos desencuentros que, para mi tristeza, se vienen repitiendo en los últimos tiempos en esta casa que acoge mi blog viajero. Muestra de mi fidelidad, pese a mí misma.\n\nOtro fue hasta doloroso, por tan evidente la mentira. Por tan inaudito el titular. No sé si es que algunos periodistas no han leído en su vida un libro o tienen los cristales deformados. No han visto nunca mapas históricos. Siempre pienso que hay que mirar hacia el futuro, pero estamos hechos de Historia y el pasado puede es la base de nuestro futuro. Lo que no está una dispuesta a seguir tolerando calladita es la justificación del presente en un pasado inventado. \nTitulares de El país, comentarios de periodistas a los que una admira, tanto en este periódico como en otros, en TVE, en fin. "Pere I", saltó a mis ojos. Y me dió una ostia -disculpen las molestias a ojos púdicos- que me tiró al suelo. \n\nPere el Gran. Inexistentes reyes del inexistente reino de Cataluña. "Corona catalanoaragonesa", tal cual.\n\nNo quería yo esto, pero es que la decencia me impide seguir callada. Lo hacía por respeto a los historiadores, quién es una para hablar de eso, y menos escribir de forma pública, cuando hay historiadores profis. Pero es que algunos o se callan porque les conviene, o queman archivos, ay madre, o los reconvierten con medievales plumas torcidas hacia el aire que más convenga. \n\nAl menos este periódico se apresuró a corregir semejante titular...en su edición digital. \n\nEso y un ¿¿escritor ?? que por el método del ocultamiento, por obra y gracia de la virgen del Mar, se sacó de la manga un reino que nunca existió, como reyes de la ciudad (capital de la corona esa catalanoaragonesa, que no se encarga de dejar claro su carácter ficticio, por ser novela, sino más bien al contrario) donde se desarrolla la "historia" y demás. Bestseller en medio mundo, por cierto, como en Alemania. Y lo más irónico es que la gente da fé a su versión de la realidad. \n\nMás les valdría leer verdadera ficción, partiendo de la Historia real. Como el único libro que Cervantes salvó de la hoguera, escrito por cierto por un caballero valenciano, "Tirant lo Blanch", escrito entre 1460 y 1466 y traducido al castellano en el siglo XVI. Basado, entre otros, en la lectura de la crónica de hechos rigurosamente históricos, vividos por un gran reportero, Ramón Muntaner. \n\nEn plan corresponsal estaba andando casualmente por el antiguo Bizancio cuando escuchó el grito de los almogávares: Desperta ferro, Aragón, Aragón. Cuando entre otras, las compañías catalanas, se vengaban de la muerte de sus oficiales, aragoneses, catalanes,asturianos, andauces, gallegos...y es que, como decía, los nacionalismos son una gran pérdida de talento. \n\n
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