PropertyValue
opmo:account
is sioc:container_of of
sioc:content
  • A veces encuentras por el camino, cuando no trazas ninguno, los mejores caminos. \nNuestra ruta italiana nos condujo cruzando los Apeninos hasta llegar a Cinque Terre , una comunidad de cinco pueblos costeros colgados en las laderas de un escarpado paisaje de terrazas que dan a diminutos puertos, mirando al azul Mediterráneo, mar que tuvo mejores momentos cuando las hordas no se componían de turistas. \n\n\n\nEn la región de Liguria se descubre este pequeño paraíso, no tan desconocido ya. Casas que se agarran a los cuasiacantilados, desplomadas hacia caletas diminutas. Cinco pueblos de pescadores y viñedos: Monterrosso, Vernazza, Corniglia, Manarola y Riomaggiore. En este orden. Si bajas desde Genova, empezarás la ruta en Riomaggiore. Si subes desde el sur, lo harás en Monterrosso. Como podéis ver en la foto, los pueblos están unidos por un tren. Además, por un camino. Por ambos, adivinad, sí, acertasteis, hay que pagar un ticket. Para llegar a cuatro de los cinco pueblos (excepto Corniglia, solo accesible por escaleras para atletas) hace falta coche o ir en tren desde Genova. El coche hay que dejarlo en sendos aparcamientos ( módico precio de 1 euraco la hora) creados debido a los turistas que empezaron a llegar y malograban las casas, el aire, a los pescadores y las flores con sus fétidos humos, sus bocinas y su acumulación. Como los cuatro turistas que se aventuraban hasta estas rocas se convirtieron en 400 y de ahí a 4000 no hay ná, los arcenes (o parte de los carriles) de las carreteras de acceso a los pueblos se han tomado al asalto y a veces te encuentras con que la ruta que pensabas entre dos pueblos duraría 1 horita se convierte en 2 por el tramo que tienes que recorrer entre dejar el coche y llegar al pueblo. \n\nDeclarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y Parque Nacional , los habitantes de Cinque Terre tuvieron que amarrar barcas, colgar las redes, abandonar los viñedos y las cestas que les destrozaban la espalda y se avinieron a engrosar las escasas ganancias que obtenían con la pesca, las aceitunas, los limones y las uvas, exprimiendo el pedaso de negocio que es el turismo. \n\nEsta imagen está tomada de una exposición permanente que se encuentra en las paredes de las rocas naturales, parte de algunas de las casas cinqueterrinas. Imagen histórica. Los trabajadores, que no las escaleras. Vaya muslos se me pusieron, de bajar y subir, mereciendo la pena, eso sí, cada rincón. Las masas de tuistas salen del tren o del barco y después de hacer las pertinentes fotos, se sientan en una de las innumerables terrazas de las plazas más abiertas al mar y se piden el correspondiente limoncino, campari o gelato. \n\nSi quieres huir de las masificaciones, solo tienes que meterte por cualquier callejuela. Los únicos que se cruzarán contigo, en inaudito silencio respetuoso, serán los gatos. Que, por si dudáis maúllan en italiano, refinándose el bigote tras zamparse los lujosos restos de un delicoso plato paladeado por la menda:\n Primera parada de la ruta. Vernazza, Trattoria Da Sandro.\nNo hay vistas. Y qué. La comida, espectacular. El lugar, cavado en la roca, de techos bajos, como una cueva donde se exponen obras de artistas locales. La atención, notable. Florecillas frescas, buena bodega, presentación cuidada, y la mejor música que podían ofrecerme, Sergio Camariere. \n\nLlegamos por el Sendero Azzurro (post siguiente). Ensalada de pulpo recién capturado, con aceite balsámico de Módena y hortalizas de la huerta vernazzaera.Bañado con un vino blanco de las vides que cuelgan al lado de mi cama. \nEn Monterrosso dormimos.En la ladera que se inclina hacia el mar, se superponen con espacio suficiente los bungalows rurales, con la señora Idra atendiendo como la mamma que uno espera. Antigua familia de pescadores, reconvertidos en anfitriones. Habitación creada con la delicadeza propia de quien tiene las manos curtidas de callos pero sabias como ellas solas. Colchón espectacular. Vistas a las terrazas, muros de piedra sosteniendo el cultivo de viñas, olivos, limoneros y naranjos que se están viniendo abajo por no trabajarse como antaño. \n\nEterna cuestión. Es sostenible este modo de cultivo, esta antigua forma de vida, con los "nuevos tiempos", con el negocio turístico que permite obtener mejores rendimientos económicos, a costa de la tierra? es sostenible el estrés de estos habitantes, hartos de las hordas, pero siempre dispuestos a exprimirlas al máximo? \n
sioc:created_at
  • 2010-05-06 13:34:59
is sioc:creator_of of
is opmo:effect of
sioc:has_container
sioc:has_creator
sioc:has_reply
opmo:pname
  • http://lacomunidad.elpais.com/caminante/2010/5/6/cinque-terre-i (xsd:anyURI)
sioc:title
  • Cinque Terre, I
rdf:type

Metadata

Anon_0  
expand all