Cuando fui hace unos 7 años a Brasil, mi intención era participar en un proyecto de cooperación, conviviendo con el Movimiento sin tierra y conociendo la forma de vida de algunos pueblos; de la misma manera, realizar un apoyo a amigos que trabajaban en el proyecto Hambre 0 del gobierno de Lula.\n\nEncontré una selva tan inmensamente rica que gracias a ella, el planeta respira. En una hectarea de selva se podían encontrar hasta 300 especies distintas de árboles. Animales, plantas sin fin, el paraíso de los biólogos y de la medicina en general. \nUn paraíso donde habitan (o habitaban) unas 180 tribus indígeneas, que se alimentan gracias a los recursos que les da (o daba). La selva es su morada. \n\nPero todo esto está en peligro de desaparecer, así como el modo de vida de todos estos pueblos. La deforestación y las actividades delictivas relacionadas con ella, ha conseguido introducir el peor cultivo que puede existir, la soja, cultivo que quema la tierra, concebido para pienso para alimentación animal. Mientras millones de pollos europeos comen soja brasileña, millones de brasileños mueren de hambre. \n\nTres de las empresas que se benefician de la deforestación de la Amazonia son, entre otras,Monsanto , McDonalds y Nestlé, que compran las semillas transgénicas de Monsanto , semillas que inutilizan la tierra para el cultivo de otra cosa que no sean sus semillas. Monsanto controla la semilla, es decir, controla la nutrición, la alimentación. Controla el mundo. \n\nSi queréis saber más podéis ver los siguientes documentales:\n\nDocumental de Arte traducido al español: "El mundo según Monsanto". \n\n Entrevista a experta india sobre las patentes de Monsanto, traducida al español. \n Documental en alemán y francés, creado por ARTE, sobre Monsanto. \n\nY sobre nuestra propia responsabilidad en el hambre en el mundo, ver el documental "We feed the world" , en español "Nosotros alimentamos el mundo" (en youtube con subtítulos) , de Erwin Wagenhofer . Se trata de una crítica hacia la comida industrializada, la perdida del sabor, los riesgos para la salud, la pérdida de trabajo y de calidad de vida, el hambre y cómo se relaciona nuestra alimentación con el hambre en el mundo.\n\nEspecialmente terrible me parece la realidad de los senegaleses que no pueden competir con los productos europeos vendidos en su mercado, subvencionados, y sus propios productos, sin subvención. Así, se juegan la vida para llegar a trabajar en los invernaderos del sur de España, en condiciones terribles, para vender la verdura en su propio país, uno de los más fértiles de África. \n\nEs como una clase, tan desgarradora como real y necesaria de ser aprendida para que todos entendamos cuál es nuestra intervención en el proceso cada vez mayor de desnutrición mundial. Para que algunos podamos comer bien, otros deben morir de hambre. Ese es el lema que esconde el complejo proceso industrial de los alimentos que llegan a cualquier supermercado.\n\nHubo un tiempo en que un agricultor podía alimentar a su familia con su propia producción. Hoy, esto es imposible, y gran parte de los problemas alimenticios del mundo se deben a la industrialización y a las subvenciones que adquieren las grandes corporaciones alimenticias del mundo, que entierran las esperanzas de crecimiento de los pequeños productores. Un agricultor muestra como toda su cosecha de maíz se destina a la producción de combustible, ejemplo de cómo la materia prima alimenticia se produce más para saciar el hambre industrial que el hambre real. La energía que necesita la industria podría ser energía verde. De esta forma, el maíz se podría utilizar para alimentar al ser humano y no para ser quemado. Por otro lado, este maíz cada vez más y más proviene de las semillas de Monsanto. \n\nWagenhofer se introduce en la realidad del Mato Grosso, donde la pobreza es extrema y las personas deben alimentar a sus hijos con agua estancada. "\n\n\n\n \n\n
![[This page as RDF]](http://webenemasuno.linkeddata.es/static/rdf-icon.gif){kind=icon}