En todos los seres existe una fuerza interior que nos empuja en pos de algo superior cuya atracción nos resulta inexplicable e irresistible.\n
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Ese algo, que bien podría decirse que se apodera de nuestra voluntad, es el fruto de la combinación de nuestro carácter y de años de asimilación de la cultura en la que nos desarrollamos; una cultura que se estructura en diferentes niveles, desde la esfera de lo íntimo y personal a la esfera de lo público y de las relaciones sociales, desde lo estático y monolítico del ámbito familiar a lo dinámico y mudable del ámbito político.\n
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Bien podría decirse que ese algo y nuestra verdadera esencia son, en parte, deudores de nuestras relaciones afectivas y de nuestra formación. Y es en la niñez y en la adolescencia cuando más sensibles somos a la influencia de estos dos factores, pues es entonces cuando más necesitados estamos de su materia para fortalecer nuestra sana constitución.\n
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Este blog hace de lo mundano y social su objeto de su discusión y nace con el animo de enriquecer el espíritu -la esencia personal- del hombre y de la mujer de hoy, en especial el de los jóvenes. En definitiva, pretende fomentar la mejora de la calidad de vida a nivel personal y público, y lo hace desde una perspectiva beligerantemente ética y moral, recuperando los valores que han definido universal y atemporalmente lo humano: lo hace desde una visión humanista de la experiencia del hombre.\n
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En esta visión humanista, en la que cabe lo humano y lo divino siempre que haga de la experiencia vital del hombre el centro de su preocupación, toma como pilares fundamentales e insustituibles valores o conceptos tales como la honestidad, la lealtad, el respeto y otros afines como la buena voluntad, la amistad y la generosidad. También se sustenta en otros como son la pasión por la belleza y el arte, la reivindicación del placer, el valor de la moderación. Y todo ello se hace sabiendo de la capacidad de corrupción del cualquier exceso (dinero, poder…) o temor.\n
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Resumiendo, este blog es una apuesta de continuidad por la tradición humanista, esa tradición un tanto difusa pero que, sin embargo, ha enriquecido y fortalecido la experiencia humana hasta haberse constituido en uno de los motores de la modernidad en cualquier época. Y esta apuesta se realiza como remedio más adecuado a las carencias y a los retos que tiene planteados la sociedad actual; una sociedad que necesita de respuestas alternativas que provean de sentido, de solidez y de optimismo al espíritu del hombre y de la mujer de hoy en día. Y unas respuestas que desvíen la atención de los falsos valores de nuestra sociedad para centrar nuestro interés en aquellos otros que engrandezcan nuestro ánimo, nuestro valor y los frutos de nuestra experiencia vital. Buscamos dar un sentido cabal a los actos cotidianos.\n
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En todos los seres existe una fuerza interior que nos empuja en pos de algo superior cuya atracción nos resulta inexplicable e irresistible. Es en la confianza en nuestras convicciones y en la rectitud de nuestros actos donde reside la fuerza de nuestra determinación y la satisfacción por la experiencia vivida. Iniciamos un viaje apasionante…\n