Quemar después de leer no es una película de espías (aunque aparecen algunos), tampoco es una película de infidelidades (aunque aparecen unas cuantas), no es una película del culto al dinero (y no deja aparecer). Tampoco es una película del culto al cuerpo ni de la simpleza de la clase media-alta americana. Quemar después de leer es un retrato de una década felizmente pasada. Y ahí radica el éxito de los hermanos Cohen: Han hecho un retrato de una sociedad occidental estúpida que no atiende a ninguna regla moral y que tiene el sentido común y la sensibilidad dentro de su chequera.Pero atención, la pelicula se estrenó con un antes n(de Obama) y un después (de Bush). Algunos espectadores habrán visto la películas mientras se mascaba la victoria de Obama y otros muchos la habrán saboreado sabiendo que el mundo, a partir de ahora, es algo menos idiota que lo que la película refleja.\n\nTodo eso y mucho más es QUEMAR DESPUÉS DE LEER. Sin ninguna duda esta película será un fiel retrato de la primera decada del Siglo XXI.\n\nEl reparto, muy coral, cuenta con nombres de auténtico lujo. George Clooney (El buen alemán) y Brad Pitt (El asesinato de Jesse James) vuelven a coincidir en pantalla después de la saga "Ocean's". Sin embargo, el atractivo de la película no reside sólo en ellos, sino también en la intervención de grandes de la escena como John Malkovich (Klimt) o la recientemente oscarizada Tilda Swinton (Michael Clayton). Para completar el enredo (y también el quinteto protagonista), sólo nos queda Frances McDormand, la excelente actriz de "Fargo" y "En tierra de hombres".\n\n\n\n
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