Si HOY nos domrimos a las 8 de la mañana, era lógico pensar que nos íbamos a despertar igual de tarde. Digamos que en horario de México, nos despertamos a las 8 de la mañana... Desayunamos-almorzamos-comimos hot cakes con huevo que amablemente Gabito nos preparó. Nos fuimos todos hacia Argüelles, a una tienda donde ya habíamos visto baratas las grabadoras, así que hasta allá fuimos para comprar la nuestra. Un poco antes de salir, Gabo y Clau se habían peleado, entonces estuvo bien divertido el camino con el ambiente raro.
Nos separamos, ellos se regresaron y Ro y yo paseamos por el departamento del argentino, por Lavapiés y de ahí nos fuimos caminando la museo Reina Sofía. Entramos y vimos como la mitad del museo. A Dalí, Picasso, el Guernica por supuesto y la victoria alada en miniatura azul que dan ganas de apachurrarla para ver de qué está hecha. Ya habrá otro día en que regresemos con más tiempo para ahora sí ver todo el museo, pero valió la pena por ver las obras más importantes que tiene, además, ¿ya dije que se nos olvidó traer cámara fotográfica? Pues sí, se nos olvidó, y no podemos no regresar a este museo para tomarle foto a tantas obras que hay.
Caminamos por la placita afuera dle museo y cruzando la calle está un McDonald´s, así que decidimos aprovechar que estábamos ahí y entramos. Había mucha gente, mucho turista, mucho inglés-gringo... ¿cómo estando aquí de viaje vienen a comer precisamente a un lugar en el que pueden entrar prácticamente en cualquier esquina en sus países? Es algo que nunca voy a entender pero en fin, sí, se hablaba mucho inglés en los comensales ahí en el local. Nos sentamos en una mesa que tenía la ventana al lado, así que fue buena la vista del Paseo del prado y poco más allá Atocha, ya estaba anocheciendo.
Como todavía era temprano y el clima sigue siendo amable, aprovechamos la cercanía para ir a uno de nuestros ya lugares preferidos. Estuvimos un rato platicando en la estatua de Velázquez, con más perros y dueños, uno que otro ya vagamente conocido (los perros, no los dueños, en ellos casi no nos fijamos). Sentados ya casi al final de un día corto productivo, en pareja, ahí afuera, de noche. ¿qué más, qué más se puede pedir?
Llegamos más tarde a casa. Desde México nos habíamos traído unos discos con canciones que en general nos gustan (a Ro, a Gabo y a mí, hay un cierto problema con eso de gustos musicales nuestros y Clau) a los que llamamos los mega-remixes, así que estrenamos la grabadora con Cadillacs, Café Tacuba, Alejandro Sanz y Queen. Los Mega Remixes. I y II
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