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  • Hoy es día para festejar, porque hace tres años...
    Fuimos a Segovia! Los demás ya habían ido un día de estos que tuvimos visitas. Así que hoy Ro y yo madrugamos, desayunamos cereal y nos hicimos unos sandwiches para al rato no gastar. Nos fuimos en metro a la línea azul clarito y llegamos a Atocha. No sabíamos muy bien lo de los horarios, pensábamos que a Segovia eran cada media hora y no, no fue así, se acaba de ir uno, así que salimos a eso de las diez y media luego de estar viendo a muchísima gente ir y venir a diferentes direcciones. Compramos los boletos en un quiosco y esperamos a que diera la hora.
    Dio y subimos al tren. En sí es algo entre un tren y un metro. Están muy modernos y la parte de adentro igual está entre tren y metro. Al principio yo fui de pie, pero conforme nos alejábamos de Madrid, más gente se bajaba y poca subía y luego ya pudimos estar sentados los dos, viendo el paisaje de la cierra mientras los soles mañaneros entraban por la ventana y dependiendo del ángulo, nos regresaban nuestro reflejo. Fue un viaje muy bonito y muy tranquilo.
    Llegamos a Segovia como a las 12. No habíamos tomado en cuento eso de que l estación estuviese en las afueras de la ciudad, así que luego de pasar por la parte de espera principal (muy chiquita, comparada con Atocha y con uno o dos viajeros que se veía habían dormido ahí), salimos y ahí sí nos dimos cuenta de el frío que hay. Era muchísimo! El mayor frío que hemos sentido hasta ahora.
    Le preguntamos a un señor cómo hacer para ir al centro de la ciudad y ya nos dijo qué autobús tomar. Luego ya arriba, le preguntamos al chofer y éste nos dijo en qué parada bajarnos y luego hacia donde caminar. Nos dejó en un de las laterales de la ciudad. Junto a una muralla natural por donde vimos un hermoso paisaje. Entramos por una callecita de piedra y un arco que nos daba la bienvenida a la ciudad, donde luego ya de regreso nos tomaríamos las fotos del recuerdo.
    Lo primero que visitamos fue el Alcázar, el castillo. Inmenso. Imponente con su fachada casi cerrada, de un amarillo pálido, coronada por las torres. Entramos, vimos un mapa de las regiones de España, puestas en un mosaico y recorrimos las salas con armaduras, las sillas reales que se ven incomodísimas, salas de recepción, de visita, el patio central. Ro lo describió como el castillo de la Bella Durmiente, sí, es un sueño estar en un lugar totalmente medival, un castillo de verdad!
    Saliendo caminamos por más calles empedradas. Casas que por fuera se ven vacías, con apenas vida dentro, con enredaderas en las fachadas o en la laterales que se alcanzan a ver porque las casas de al lado son más bajas. techos de tejas y puertas de madera con la modernidad visible en el interfon para llamar dentro. Seguimos caminando hacia la Catedral. Donde antes de entrar tuvimos que esperar a que pasara primero una excursión de niños no más grandes de seis años, muy alineados y cotilleando entre ellos, mientras las profesoras daban gritos amables de no perder la línea y no distraerse y no salir del grupo. Hay cosas que no cambian, sin importar el lugar en el que estés y te remiten a la propia infancia. Ya dentro de la Catedral, a quien regañaron no fue a ningún niño sino a Ro porque la vieron abriendo un baúl.
    Salimos y paseamos por el centro, la plazuela con un kiosco medieval, las tiendas en los alrededores de afiches con las mejores vistas de la ciudad, con postales que retratan un sol caluroso, que se ve fueron tomadas en verano porque el sol aquí ilumina, pero no calienta, es un sol, pálido que nos acompaña por la Plaza Mayor y algunas iglesias intermedias (de San Miguel, de San Estéban). Seguimos por más calles empedradas, a una zona con mucha más afluencia de gente, que quedaba un poco a la sombra por el sol ya comienza a bajar y aquí los edificios son un poco más grandes para albergar las tiendas de armaduras, de puros, de revelado fotográfico, restaurantes que ya pronto abrirán.
    Por una bajada, vimos una chocolatería, que fue el postre luego de haber comido ya los sandwiches preparados. Y así, con la vista del acueducto ahí a sólo unos doscientos metros, tomamos un chocolate que nos regresó en algo el calor, aunque no, tampoco este chocolate segoviano supera al chocolate de Carabanchel.
    Bajamos hacia el acueducto, dice Ro que es una división, y sí, entre lo antiguo y lo moderno. Tomamos fotos, hay que aprovechar en esta segunda mitad del viaje la cámara, así que foto al acueducto con su piedra clara por allá, a la izquierda, donde inicia, según nuestra perspectiva, hasta allá, a la derecha, que se va perdiendo entre la ciudad, sus arcos intermedio, alto, altísimo, que aún recibe en su parte media superior la luz solar.
    Fuimos a un jardín y casi atropellan a una señora. El sol ya casi se va.
    Regresamos por el lugar donde entramos ala ciudad y la ciudad se ve ahora diferente, a mi gusto más bella, porque arriba hay un azul que aún se distingue, pero ya es con tintes oscuros, porque las luces de la ciudad están prendidas y todo tiene un tono ámbar. Los portales de las casa emiten una luz que sirve de marco a las ya mencionadas puertas de madera con pomos negros metálicos. O es que así los recuerda uno para darle a la ciudad el toque medieval que ella se ha dedicado a inculcar en todo el día, en la mente de uno.
    Más fotos, de ambos bajo una luz y una vista al fondo de la Sierra, por la misma calle donde entramos. Recuerdos, qué recuerdos.
    Ya de regreso en el autobús que nos llevaría a la estación, no sabíamos muy bien en qué estación bajarnos. Había un letrero rojo, arriba del conductor, que se perdía un poco donde se indicaba que no hablara ni gritara al conductor. Bueno, pues Ro no lo vió y le gritó que la bajada para a estación, en dónde. La mirada de reprobación vino de una señora pasajera, ¿qué hubieran pensado los niños de la escuela en la Catedral? Al final llegamos a nuestro destino, la estación y luego un viaje en la noche por entre montañas y campos helados, de regreso a Madrid, de regreso a casita, en un día frío, muy cansado, cálido de pareja, muy feliz; un día muy feliz...
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  • 2010-11-16 03:37:35
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  • 16 Noviembre de 2004
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