LACOMUNIDAD.ELPAIS.COM_CRONOPIOS_2010_11_23_23-NOVIEMBRE-2004

Nos fuimos bien pimpones y campantes hacia el Palacio Real. En la mañanita yo me iba a poner a escribir pero mejor en lo que estaba el desayuno y Ro se bañaba y vestía, me puse a leer. Total, que salimos ahora sí, muy pimpones hacia el palacio Real. En el camino vimos la estatua viviente más bella que hayamos visto: estaba de amarillo, encima de una caja con un velo; tenía flores en su cabello. El marco lo completaba una señora, viéndola absorta mientras el sol de la mañana salía y se reflejaba sobre nuestras cabezas, haciendo todo, tan, tan hermoso...

Ya cuando estábamos por entrar al Palacio y habíamos visto los precios y estaban a la vista la policía con gorritos chistosos...en eso...de pronto...Ro se dio cuenta que no traía su credencial de estudiante! La neta neta la diferencia sí era considerable sobre el entrar con credencial a hacerlo sin ella, y pues nuestra economía no es lo que más boyante hay en este viaje, así que lo de visitar el Palacio, quedó para otra ocasión. Nos fuimos caminando un poco a la derecha (visto de frente) y entramos a los Jardines Sabatini, que era uno de esos lugares que veíamos y veíamos y por ahí pasábamos y pasábamos y no conocíamos. Enramos y están muy bonitos, obvio, muy verde, un verde oscuro de los árboles y los arbustos. Algunos muy altos, como de dos humanos o eso me pareció. Nos sentamos en una banquita y platicamos sobre el Palacio y yo haciendo reproches en broma a Ro por lo de la credencial. En eso, que ella voltea hacia arriba y pregunta:

-¿Qué es ese punto blanco allá arriba?....¡Mira! ¡Hay más! ¡Parecen ovnis!

Al principio yo no los distinguí muy bien. Luego de a la tercer que intenté ver algo, sí, vi un punto blanco ahí arriba, contra el cielo despejadísimo que había. Luego otro. Y otro. estáticos. Ahí estaban como flotando, pequeños, como observando. Traíamos la cámara, así que tomamos fotos, para que no nos tiren de a locos Mausanes (chiste que se entenderá en México) que quieren ver ovnis en todas partes...pero sí ahí estaban. Y lo más extraño y loco...de pronto desaparecieron. Todos. En un instante.

Consultamos con la super guía de Madrid qué podíamos hacer y vimos los horarios y quedaba bien ir al Museo de la Ciudad. Tomamos el metro en Ópera y de ahí nos fuimos al transbordo con la línea nueve en Núñez de Balboa, luego de Ruben Darío, Alonso Martínez, y Chueca. Nos cambiamos a esa nueve morada, y nos bajamos en Cruz del Rayo. Llegamos a una parte de la ciudad por la que nunca habíamos caminado. Ahí estaba el edifico café ladrillo y para mejorar las cosas, tal y como lo predijo la super guía de la ciudad, el museo es gratis! Por dentro es circular. Está toda la historia de Madrid, desde que no había nadie, hasta que llegaron los primeros pobladores y como poco a poco tristemente se expulsó a los osos y a los madroños, si no del todo, sí a las afueras. Están fotos de cuando se estaba haciendo el metro, maquetas de diferentes épocas, del aeropuerto, cuando llegó la electricidad y el teléfono. Hay reproducciones en miniatura de edificios y esculturas, así como personajes eminentes que ha tenido la ciudad. Está super interesante y nos lo echamos todo en una sola tarde. estuvo muy cansado, el museo es de cuatro pisos, pero puedo decir de todo corazón que es (uno más) de los días que más buen recuerdo me han dejado, muy entretenido con Ro y yo viendo todo acerca de esta, nuestra ciudad y conociéndola aún más. La cereza en la torta (o pastel) fue una exposición temporal de un pintor catalán (¿? supongo, por el nombre) llamado Joan Abelló. Hermosas, hermosas pinturas llenas de colores vivos, fuertes, enérgicos, de escenas de ciudades, de campos, rojas, azules y amarillas. Que hermoso descubrimiento...

Pasamos a internet y, famélicos, llegamos a casa y devoramos los chilaquiles que aún hay de los que nos trajeron.

Un muy lindo y feliz día madrileño...