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  • He platicado de los violinistas en Preciados?
    Hay dos violinistas que se ponen generalmente hacia donde está el Corte Inglés, es decir, más hacia Callao que hacia Sol. En especial me acuerdo de uno: es un señor que tendrá unos cincuenta años. Esta parcialmente calvo, los cabellos los tiene en la parte que pronto se va a convertir en la nuca, también tiene en los costados de la cabeza. Tengo la imagen de él vestido con un pantalón casual, marrón oscuro. Una camisa de algún color que se me escapa, pero bien podría ser gris, o azul claro. Encima, tiene un chaleco también marrón. aunque que de un color más oscuro que el pantalón. Todo esto imaginado, no combina muy bien, pero en mi mente sí, se ve armónico. Sus zapatos tienen agujet...cordones delgados, y éstos también son del color que el pantalón y el chaleco, aunque también son de otro tono, no que se asemeja más al violín que coloca a lo largo de su brazo, sujetado en un inicio por su cachete, su mejilla, y al final por la mano, que va presionando las cuerdas.
    Ya van algunas veces que Ro y yo caminando por ahí, los encontramos. De mis recuerdos dependo para decir que casi siempre fue un jueves. No un lunes, no en inicio de semana, y no tengo recuerdos de haberlos visto en fin de semana lo cual es raro, porque es cuando más gente hay en esta calle peatonal. Pero es mejor así, porque sería muy triste ver a tantas personas pasar de largo. Esos jueves cuando nos los encontramos, también la mayoría pasa, pero siempre nos quedamos unos diez, quince, a escucharlos. EL Canon, de Pachbel, es la melodía que no falla en su repertorio. Son dos violines y un sonido donde la orquesta les hace acompañamiento. EL Canon se ha convertido para mí en motivo de dos recuerdos especialmente emotivos: escucharla con mi padre en su casa, mientras el sol se va y la casa queda en penumbras, y él de cabeza baja, sólo envuelto por las notas; el otro, Ro y yo, con frío, en Madrid, oyendo a estos dos virtuosos tocar para el reducido público por unos cuantos euros sabiendo que lo que ellos dan, realmente no se puede cuantificar en dinero, dejar de escucharlos e irnos en silencio, pensando en la melodía, y encontrarnos sonriendo, camino de noche, a casa.
    Esto vino debido a que hoy Ángel y Ro salieron a pasear. Pobre Ángel, en sí no ha salido más que a la escuela de Clau, al locutorio, y a por churros. Por eso salieron ellos dos. Fueron a donde se venden boletos para conciertos, ahí mismo, en Callao, y compraron los del concierto de La Oreja de Van Gogh. Ya los tienen y ya seguro van a ir! Así que empieza el curso intensivo a Ángel de la letra de las canciones. Al irse, los violinistas estaban ahí. Se detuvieron a escucharlos...
    A mí me despertaron a las nueve de la mañana los martillazos de los albañiles que arreglan la casa de enfrente. Me pude dormir y de ahí hasta las doce. Ellos se fueron como a las dos y media. Gabo y Clau también habían salido y me quedé solito en casa toda la tarde. Luego ya llegaron todos en la noche y cenamos los cinco juntos.
    Ya estoy mejor!
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  • 2010-12-14 04:00:51
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  • 14 Diciembre de 2004
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