LACOMUNIDAD.ELPAIS.COM_CRONOPIOS_2010_12_19_20-DICIEMBRE-2004

Como cada lunes, fui al internet. Al locutorio, aún con algunas secuelas de la batalla (costras) pero ya feliz de estar fuera. Saludé a todos allá en México, ya pudueron saber de primera mano lo que me sucedió y ya pude asegurarles que todo bien y que nos vamos a París!\n\n

Comimos en la casa y fue la hecatombe: Ro y yo nos super peleamos porque me cachó quitándome costras del tórax. Me obligó a que me revisara y sí, vió que tengo algunas cicatrices por las que me he quitado. Me desespera tenerlas, no es agradable tener puntos negros, más que tridimensionales en el cuerpo y estar esperando a ver a qué hora se caen. El problema es que auitármelas representa un aún mayor foco de infección, además de las cicatrices que se quedan. Yo también me enojé con ella por el regaño, pero a la distancia, en realidad admito que con quien me enojé fue conmigo mismo por mi imprudencia y desesperación. Fue un no querer darle la razón, sabiendo que la tenía, de que me estaba portando mal y sólo tenía que aguantar unos pocos días hasta que ya todas las costras se cayeran. Las de la frente, esas sí, no me las he tocado. Al parecer mi lógica era que las del tórax en sí no son visibles, entonces no habría problema si me las quitaba y me dejaba cicatrices. La misma lógica utilicé para las de la cabeza que quedaban ocultas por el cabello. Creo que fue la zona donde más me quité: habran sido entre tres y cinco costras, que en el momento, no me atreví a decirle a Ro y probablemente ésta sea la primera vez que se entere que hice eso. Bueno, en la medida en que no me quede pelón (y los genes no ayudan) no habrá problema y esas cicatrices (si las hay) quedarán ocultas. Cualquier referencia a esta confesión para futuras condenas, sépase que negaré todo y que diré que esto o escribí en un estado mental alterado (aunque sepa que no, que sí me quité las costras).\n\n

Fuimos de compras a la Puerta de Toleda. A la tienda bonita, buena y barata donde compré el abrigo de aniversario. Originalmente Ro se quería comprar una chamarra de mezclilla, pero se acabó comprando un saco de vestir que luciría por París. \n\n

Nos seguimos en metro por la línea verde hasta Callao y bajamos por Preciados hasta Sol. Aún en lunes, como ya casi es navidad, las compras están al máximo y hay muchísima gente en las tiendas. \n\n

Fuimos a Dunkin y nos trajimos a la casa un paquete de doce donas. Las preparamos con choclate Cola Cao, el de Cobi, que se le quedan muchos grumos y la técnica a utilizar es ponerle un chorrito de leche en el vaso, y agitarlo lo más que se pueda para disolver los grumos. Luego más leche y más vueltas con la cuchara y así, hasta que al final más o menos se disuelve. \n\n

Es rico el Cola Cao, pero da mucha lata preparalo sin una batidora. \n\n

Ya en la noche, Ro y yo ya estábamos de nuevo contentados. \n\n

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