LACOMUNIDAD.ELPAIS.COM_CRONOPIOS_2010_9_27_27-SEPTIEMBRE-2004

––Pero si hoy no hay nada qué hacer! ––dijo.

Y lo que empezó con una ida al banco (cabe aclarar que para ir al banco es toda una odisea, tenemos que ir en metro y transbordar de la línea verde a la línea café, hasta llegar a la estación de Argüelles, tomen un mapa del metro de Madrid y sigan con la punta de sus dedo la línea que va desde Ürgel hasta Argüelles y verán que es considerable, pues sí, hasta allá hay un Citibank y hasta allá hay que ir), se transofrmó en un día hermoso donde recorrimos caminando una buena parte del lado oeste de la ciudad. Bajamos hacia la Plaza de España, llegamos a Callao, fuimos al Internet, seguimos hacia Sol, de ahí a la Plaza Mayor, calles muy bonitas, hubo una parte que ninguno de los dos conocía, entre la zona de la Puerta de Toledo y la Catedral, donde bajamos y vimos una tienda mexicana y había tamales, pero muy caros porque cada uno estaba en dos euros y eso de pagar casi treinta pesos por un tamal que en sí no estaba muy grande, pues se nos hizo caro, pero también hay salsa picante. Luego vimos una tienda de bicis y Ro y yo escogimos las que más nos gustan: Ro, la bicicleta urbana verde botella, con una canasta al frente, yo una bici de ruta Trek, como las de Lance Armstrong; subimos de regreso para continuar nuestro recorrido y cuando cruzábamos un puente, el atardecer apareció con sus tonos malvas y en nuestra cabeza sonaba la tonada de Dulce Noviembre. Nos detuvimos para apreciar la vista, sin nada que obstruyera nuestra visión, para que el sol se perdiera tras la Sierra, y el cielo era ahora morado, ya azul negro del otro lado. Un vientecillo se paseaba por el rostro y el clima era ligeramente frío, agradable, ligeramente frío...

Bajamos hacia la Puerta de Toledo y vimos una zona con cursos para jóvenes y más allá, una tienda de ropa muy bonita y muy barata, hay ahí, un abrigo para la época de frío que se avecina que le gustó a Ro...

Seguimos caminando hacia la parte del estadio, cruzamos por el Puente de Toledo y subimos por General Ricardos con la gente de aquí para allá, ya rumbo a sus casas en la joven oscuridad, hablamos por teléfono, bajamos a Caprabo por unas cosas de comer para todos y subimos, al final, por la calle de Rascón, las rampas, la tranquilidad de la noche en el sur de Madrid y la casa...