Abrí los ojos. Por un momento pensé que estaba en México. Debo de admitir que cuando me dí cuenta dónde estaba y luego pensé que era la primera noche, me dió miedo. No es fácil estar fuera de casa tanto tiempo. Nos levantamos tardísimo, a las 11:30. Y luego para salir, nos echamos otras dos horas y media. Es que Clau y Gabo se bañan separados... cambiará? Saliendo tomamos el autobús que es gratis porque están reparando las líneas del metro y vimos a Paola-María y nos llevó a un lugar cerca de la estación de Noviciado, donde sólo cobran la bebida, mientras te dan una muy rica paella y pan. Hablamos y hablamos a los departamentos que en principio podrían servirnos de casa y ya tenemos cita para mañana. De ahí nos fuimos a Chueca, ya estaba atardeciendo. Jugamos billar y mientras yo me aislé un poco hacia la tele donde estaba una etapa contrarreloj de la Vuelta a España. Nos quedamos por ahí, cenamos en un bar donde la mesera es muy enojona y se desespera. En la noche vamos a un antro ahí mismo a Chueca. Una chava carga muchas cervezas con un solo brazo y Ro casi llora porque no quiere que la saquen a baiar.
En la noche el jet-lag nos pega y no dormimos. En algún punto de la madrugada, Ro y yo escuchamos algo como besos en el cuarto...será?