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  • En cierta ocasión un buen amigo mio me dijo que si quería conocer una ciudad tenía que pasear por sus calles y mezclarme con sus gentes. De ese modo, entendería como es ese lugar realmente. Pensé en mi ciudad, Madrid; Me imaginé un turista paseando por el centro y al mismo tiempo pensé en mi propia vida como madrileño, lejos del centro, haciendo mi vida en un barrio periférico. Creo que la calle donde vivo, mi casa, mis vecinos, mis amigos, el supermercado en el que compro, eso, es Madrid, y no la Cibeles o la Plaza Mayor. Desde entonces, cada vez que viajo, busco esa calle y ese vecino que define la ciudad verdaderamente.\n\n\n\n\n\nRoma es un museo convertido en ciudad. Vayas por donde vayas siempre hay un detalle, una columna o los restos de una antiguo edificio de la era imperial. Es, sin duda una de las ciudades más bonitas de Europa, pero al mismo tiempo es una de las ciudades más preparadas para gustar del viejo continente. Tiendas, tiendas y más tiendas que abren sus puertas a los turistas deseosos de llevarse a sus ciudades de origen un bonito recuerdo romano. Siempre he odiado eso.\n\nCuando recorrí el centro turístico de Roma y me sacié de grandes monumentos históricos. Me salí del itinerario turístico para perderme por la noche romana y conocer a ese vecino que define Roma. En esa búsqueda, me encontré a un tipo muy peculiar que rompía con el modelo de romano orgulloso de la cultura legada por sus ancestros. Era un vividor del día a día, un transgresor del arte incomprendido. Su museo estaba en la calle, donde suceden las cosas, y su muestra era una burla irónica del mundo materialista que hemos construido.\n\n\n\n\nEntre sus obras, me llamó la atención una que se llamaba Dolce Gabbana y se trataba de unas gafas de sol rotas. Aquel hombre lo hacía por amor al arte, no quería limosnas. El corredor de una escalera de bajada era su sala de exposiciones y al final de la misma había un libro de visitas donde los visitantes podían dejar sus impresiones; había centenares de firmas de todas las partes del mundo y en todos los idomas imaginables.\n\nAquel artista nunca será conocido, sus obras no alcanzarán cifras millonarias ni llegarán a una gran subasta, sin embargo, aquella persona se ganó mi respeto y el de cientos de visitantes. Aquel hombre me enseñó una pequeña parcela de la ciudad de los Césares que siempre permanecerá en mi recuerdo. \n\nCaminando hacia la estación de tren pensé: Eso es Roma.\n\n\n\n
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  • 2008-07-23 09:42:28
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  • El ARTISTA ALTERNATIVO DE ROMA
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