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  • ANTES DE IR\n\nLo más importante que os tenéis que llevar es el abrigo. Aunque ya te habrás informado, te recuerdo que no sólo hay frío, también humedad. Estaría bien que llevases algún abrigo con stopwind o alguna camiseta térmica.\n\nTRANSPORTE:\n\nDesde el aeropuerto, tienes dos posibilidades para ir al centro de Edimburgo: Taxi que es la opción más cara; autobús, la opción recomendable. El ticket de los autobuses cuesta 1 libra con veinte céntimos. Es muy importante que lleves dinero suelto porque los conductores no devuelven cambio, además, no sirve de nada protestar, es una costumbre aceptada por todos los autóctonos. A la hora de comprar los billetes de autobús tienes varias opciones: el ticket de ida, el de ida y vuelta y el pase de un día. El de ida y vuelta es muy útil porque te despreocupas de comprar un billete de vuelta para volver al aeropuerto. El Billete de un día cuesta dos libras y media, y te permite subirte a todos los autobuses que quieras durante un día. Está bien de precio pero Edimburgo se recorre a pie. \n\nTaxis: No son muy caros y suelen ser buenos con los turistas. En la parte de atrás caben hasta cinco personas. Lo que te puede desorientar son el salto de tarifas, no te preocupes, todo va regulado por un taxímetro que se puede ver desde la mampara de protección.\n\nPRIMEROS PASOS POR EDIMBURGO\n\nEl autobús te dejará en un puente, cercano a un centro comercial, que une las dos partes en las que se divide Edimburgo: New Town y Old Town. Una de las cosas que más llama la atención, aparte del frío, la humedad, y el musgo que trepa por las paredes de los edificios, es que los coches circulan por la izquierda. Hay que tener mucho cuidado con eso. Al principio confunde. Otra cosilla, los pasos de cebra no están pintados. Para ir a tu hotel, tienes que ir hacia la parte alta de la ciudad. Otra opción es ir al punto de información turística que queda cerca de la parada del 100. Allí puedes coger información sobre excursiones ysobre la ciudad.\n\nTURISMO POR EDIMBURGO\n\nSin duda, lo más bello de Edimburgo es la Royal Mile, la avenida principal del Old Town que conecta el castillo con el Palacio de la reina. Pasear por allí supone viajar por un túnel del tiempo a la edad media, vivir una aventura en tiempos de príncipes, princesas y malvados sátrapas corrompidos por sus propias ambiciones. Hay algunas historias que van a intensificar tu gusto por la capital escocesa. Te recomiendo que comiences por el final del trayecto, es decir por el Palacio de la Reina. Del palacio, poco te puedo decir, bueno, que tiene una fuente muy chula en el centro del la plaza. Seguimos por la Royal Mile, encontramos un edificio muy vanguardista que se da de mamporros con la tónica general de Edimburgo, Es el Parlamento escocés, donde se dar de tortas los políticos escoceses. El diseño del edificio es de un arquitecto español, manda huevos. \nSeguimos andando por la Royal Mile, a cada lado del paseo verás tiendas de artículos escoceses para turistas. No te molestes en comparar precios, todas las tiendas pertenecen al mismo dueño. Al tipo se le ocurrió hace un par de años vender faldas escocesas, gorras, boinas y sudaderas, y prosperó.\n\nA estas alturas, tendrás la mandíbula desencajada de tanta belleza. Déjate llevar. Así, caminando, caminando, llegarás a una fastuosa catedral. Se trata de la catedral de Sant Giles. Frente a su pórtico principal hay una bonita fuente y a unos metros, un corazón de piedra en el suelo sobre el que tendrás que escupir para obtener suerte. Qué costumbre más extraña, ¿verdad? La costumbre de escupir la iniciaron los presos que iban a prisión, por el camino escupían sobre el corazón como muestra de su mala suerte. Ahora se recuerda ese gesto pero con un sentido totalmente contrario.\n\nSi continúas avanzando, verás en la acera de la derecha una estatua donde suele tocar la aita un escocés, vestido con el traje regional. Un apunte sobre las faldas escocesas o kilt. La comenzaron a llevar los hombres porque llovía mucho, y de esta forma, evitaban mojarse los bajos de la ropa. La leyenda que reza que debajo de la falda no hay nada es cierta. Más fresco. Si te fijas bien, verás algún escocés vestido de esta guisa. Seguramente acuda a una reunión familiar (boda, bautizo) o a algún evento de etiqueta; el kilt es el traje de gala escocés. Además, verás que llevan un cinturón con un escudo, es el símbolo familiar, o mejor dicho, el símbolo del clan al que pertenece. ¿No te suena esto a Braveheart? ¡Liiiiiiiiibeeeeertaaaaaaaad! \n\nFrente a la estatua del gaiteiro escocés, verás un bar haciendo esquina y un par de cabinas telefónicas. He de decirte que te encuentras en un lugar de ajusticiamiento público. En ese bar ahorcaban a los ladrones, pecadores y herejes. Seguro que un escalofrío recorrerá tus huesos cuando estés allí. \n\nSeguimos por la Royal Mile, fíjate bien en pequeños pasadizos que se abren a los lados de la avenida, son los close, callejones. Ya que estoy hablando de esto, voy a contarte los secretos más oscuros de Edimburgo: desde la Royal Mile sale uno de los callejones más siniestros de la ciudad, el Mary King´s Close. Edimburgo, ciudad de misterios, de sombras, de leyendas y de fantasmas, fue arrasada en el siglo XVII por la peste bubónica. Tanta eran las personas que morían cada día de este mal que tuvieron que enterrar a los muertos en fosas comunes simplemente forrados con mantas pues la madera para los ataúdes se había acabado. \n\nEl Mary King’s Close, el callejón de Mary King, se convirtió en uno de los principales focos, seguramente por la pobreza, por el hacinamiento de sus habitantes y por lo fácilmente que esta plaga pasaba de unos a otros. Una vez la peste bubónica apareció en esta calle corrió como un reguero de pólvora. Las escenas que allí se vivieron pronto se tornaron desgarradoras. Cada día eran más los que aparecían tambaleándose por las calles con manchas negras sobre la piel, los ganglios terriblemente inflamados y el cuerpo cubierto de llagas dolorosas. Entonces, presas del miedo a un contagio masivo e imparable, las autoridades locales decidieron ir levantando muros que apartaran esta humilde calle del resto de los habitantes de la ciudad, y con ella a todos los enfermos de tan terrible y contagiosa enfermedad. Mary King’s Close terminó convirtiéndose en una serie de callejones oscuros subterráneos bajo las calles empedradas por las que paseaban despreocupados los que gozaban de buena salud. Y tanto trabajo tenían siempre los sepultureros que muchas de esas fosas ni siquiera eran profundas así que, debido a la natural putrefacción del cuerpo humano tras la llegada de la muerte, la contaminación del agua que por vía subterránea circulaba por la urbe era inevitable. Fueron pasando los años, Edimburgo siguió creciendo, y más muros se fueron levantando para mantener este lugar ya maldito fuera la construcción de una nueva y floreciente ciudad. Pero no pudieron borrarla de la memoria colectiva, ni evitar que toda una serie de historias sobre almas surgieran y se mantuvieran en el tiempo.\n\n\n\nCon un poco de suerte te encontrarás ya en el patio que da pie al Castillo. Ha terminado el recorrido por la Royal Mile, eso sí, no te olvides de contemplar Edimburgo desde la altura del Castillo. Resulta una vista única.\n\nNo te aflijas pensando en la vuelta. Hay varias cosas que se pueden hacer desde el castillo. Si tienes suerte, la puerta del camino que baja hasta el jardín de Prince Street. Es un recorrido abrupto pero muy bello. Otra opción es encaminarte hacia el Grassmarket, una calle en la que también se procedía a ejecutar los condenados. Dejando atrás el perfil tétrico de Edimburgo, podrás avanzar desde esta calle a otra característica: Victoria Street. Es corta pero encantadora. Los colores de los edificios forman un crisol multicolor que recuerda a Amsterdam. Con ese abanico cromático es natural que los comercios que abren allí sus puertas tengan un corte vanguardista o vintage, dependiendo de la tienda. Por cierto, ya que estás en esta calle, ¿No te apetece ver el pub en el que Rowling comenzó a escribir la saga de Harry Potter? El bar se llama Elephant House y está en la calle George IV Bridge.\n\nOtra de las calles que no te puedes perder es Cockburn Street. Es la calle alternativa de Edimburgo con tiendas muy especiales.\n\nSupongo que a estas alturas estarás cansado de tanto andar, pues te recomiendo que te tomes una pinta en cualquiera de los bares que encontrarás bajando por North Bridge.\n\nCambiamos de tercio para marcharnos al New town. Las autoridades tuvieron la sapiencia de mantener, en la medida de lo posible, la tónica clásica de Edimburgo a esta parte de la ciudad. Es la zona de los negocios y las compras. La calle más importante es Prince St. Una gran vía a la escocesa. Tiendas de todo tipo se van diseminando por las fachadas de los edificios. Un consejo, no dejes que los escaparates te distraigan y contempla la belleza del castillo que podrás ver de frente, junto al monumento a Sir Scott, ennegrecido por el paso del tiempo pero, sin duda, de una belleza extraordinaria. Por cierto, Sir Scott fue un poeta que transcendió hasta héroe nacional.\n\nNo te olvides de tener a mano el plano. Busca un riachuelo que fluye por el New Town. Junto al Museo Escocés de Arte Moderno, nace un camino precioso que bordea el río (También hay un cementerio de los que ponen los pelos como escarpias pero no es en el que yace David Hume). Termina en un barrio rico que tampoco te puedes perder. Esto no viene en las guías pero te aseguro que impresiona. Por cierto, no te asustes si crees haber visto a Harry Potter, los niños visten unos uniformes de colegio muy peculiares.\n\nLas dos cimas de Edimburgo merecen ser vistas: Una es el Arthur´s sit. Dice la leyenda que desde allí vio el rey Arturo cómo sus tropas doblegaban a las huestes escocesas. Se trata de un volcán que ya no está activo, lo reconocerás porque se ve desde el palacio de la Reina. Es la cima más alta y presenta una superficie horizontal. Desde allí puedes ver Edimburgo como si se tratara de una maqueta a escala. El ascenso es duro pero merece la pena.\n\nLa segunda de las cimas es la de Calton Hill, donde podrás ver la otra cara de Edimburgo y la cima de Arthur´s sit. Allí hay un monumento nacional a Atenas, un pequeño Partenón sin terminar. Al bajar esta cima estarás cansada. En la calle regent hay un pub que se llama Regent con muy buen ambiente. Puedes tomarte ahí un refrigerio. Otra opción es ir al cementerio de Calton Hill donde está la renombrada tumba de David Hume.\n\nDÓNDE Y QUÉ COMER\n\nNo podemos negarlo, venimos del país con la mejor cocina del mundo, cualquier peculiaridad culinaria extranjera jamás hará sobra a la rica cocina española. Concretamente, la cocina escocesa, es un ejemplo de lo que no se debe hacer nunca con unos fogones y una cazuela. Como en todas partes, los escoceses tienen su plato típico, en Edimburgo se llaman Huggies, un combinado parecido a la morcilla acompañado de puré de patata y crema de verdura. Otro de los bombazos gastronómicos de Edimburgo es el Fish and Chips. Un nombre exótico para bautizar lo que viene siendo un filete de pescado Pescanova con patatas fritas. Lo curioso es que a los escoceses les encanta este plato. \nLa parte más clave es elegir el lugar donde celebrar la pitanza. Te voy a recomendar un lugar imprescindible. Está en la calle George St. y se llama Standing Order. Lo peculiar de este garito es que fue otrora el banco nacional de Edimburgo y ahora se ha convertido en un bar –restaurante lujoso pero económico. Aquí puedes degustar los famosos haggies al tiempo que te remojas los labios con una pinta de cerveza. No te olvides de cotillear todas las habitaciones del bar, no puedes dejar de ver la fastuosa caja fuerte de la última sala.\n\nEn esta zona de George St. Hay infinidad de restaurantes de todas las nacionalidades: italianos, griegos, españoles, chinos, árabes, pakistaníes…¡Anda! Me acabo de acordar de una curiosa excursión gastronómica. Si vas por South Bridge hasta Nicolson St por la acera de la izquierda verás un Lidl. Para ahí y dirígete a la acera de enfrente por el paso de peatones que está en un cruce. Sigue de frente por la calle que sale perpendicular a Nicolson St, dejando atrás el Lidl verás un callejón y un cartel que dice “cocina de la mezquita”. ¡Sorpresa! Te acabo de lleva a una mezquita árabe donde venden comida para comer allí, pasando frío y calamidad, o bien para llevar (puede ser un buen plan para cenar en el hotel) es comida árabe y pakistaní con muy buen precio. Además, puedes tomarte una pinta en cualquiera de los bares de la calle (El de la puerta roja es más agradable y típico)\n\nSALIR DE COPAS\n\nEdimburgo es la ciudad en la que se escribió el Dr Jekyll y Mr Hyde. No es casual. Esta historia es una alegoría de la vida de los escoceses. Por la mañana son tranquilos, respetuosos y amables pero por la noche se convierten en borrachos dispuestos a sacar los puños por cualquier cosa. Es digno de ver. Anécdotas a parte, la noche edimburguesa es muy interesante. Los bares y pubs están en cualquier esquina del barrio viejo. Lo que se suele beber es cerveza en pinta a un precio que va desde las tres libras a las cuatro. Si no quieres dejarte tu sueldo, no trates de tomar copas. De hacerlo te sentirás estafada porque para beber una copa normal debes pedir una doble. Ahí lo dejo. Estamos en Edimburgo, la capital de Escocia, lo suyo ya que has viajado hasta allí es ir a pubs en los que toquen música folck en directo: tipos con gaitas, tabores y flautas, al más puro estilo celta. Para esto te dejo una lista de los mejores sitios:\n\nEl pub Royal Oak de Infirmary Street es el lugar idóneo para ver a algunos de los grandes nombres de la música folclórica entonando canciones o marcando el ritmo. Whistlebinkies en South Bridge tiene grupos todas las noches hasta las tres de la mañana. También puedes ver a los artistas folclóricos que tocan regularmente en Sandy Bell’s de Forrest Road, o en Hebrides Bar de Market Street y en Biddy Mulligan’s de la plaza de Grassmarket. De todos, el más recomendable es el Sandy Bell´s. \n\nSi lo que buscas es una noche más glamourosa, pega un salto al New Town y recorre la calle George St. Es la zona vip de Edimburgo. Allí puedes visitar el Opal Lounge donde acuden famosos y adinerados, algo así como el palacio de Gabiria o la Joy Eslava en Madrid. Otras opciones son el Sygn de Charlotte Lane es un bar con tendencia minimalista o el Oloroso de Castle Street con unas vistas increíbles del castillo de Edimburgo. \nCon todo lo que tienes que hacer, no me voy a enredar más en la noche, eso sí, te digo que en la mayor parte de los garitos te dejan pagar con tarjeta y suelen cerrar a las tres o a la una.\n\nDETALLES\n\nSi compras dos cosas y sueles usar las manos para remarcar que quieres dos, nunca muestres las uñas, haz el símbolo de victoria, si lo haces levantando el dedo índice y el anular mostrándoles las uñas, le habrás dicho: que te jodan, es lo mismo que cuando nosotros enseñamos el dedo del medio, ya sabes.\n\nEn Edimburgo no hay pájaros, hay cuervos, termina siendo algo normal aunque al principio asusta.\n\nNo olvides que puede lloverte en cualquier momento, lleva un chubasquero siempre.\n
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  • 2009-06-01 18:25:32
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  • Consejos sobre Edimburgo
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