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Dentro de algunos días la Asociación Dignitas abrirá "un local" (en realidad unas oficinas en un complejo industrial) al que personas de cualquier país excepto Suizos podran venir y, por la módica suma de 6000 Euros, cometer suicidio "dignamente" y de manera profesionalmente asistida. Según los organizadores de Dignitas, se trata de una muerte indolora, aunque nadie ha vuelto del otro mundo para confirmarlo, a base de inyecciones y una importante cantidad de helio (el mismo gas que se utiliza en los globos de feria).\n\nNo me asombra que este servicio haya sido inventado en Suiza, país de los servicios de conserjería personalizados para multimillonarios. Mientras que un amigo al que le habían diagnosticado un tumor inoperable en el cerebro, hace algunos año tuvo que lanzarse desde un puente a las afueras de Lugano. Y su cuerpo sólo pudo ser recogido por un equipo de guardias de montaña 2 días después. Mi vecino de pabellón, un ex-piloto de Swiss al que le han diagnosticado Alzheimer, me cuenta que ha iniciado las formalidades para ser aceptado en la exclusiva lista de espera de Dignitas.\n\nKurt, que apenas ha atravesado la cincuentena, me habla con ilusión y entusiasmo de la muerte organizada y decidida. Su historia y planes, me recuerda una frase de un cuento de Borges. Un personaje sabe que morirá fusilado al día siguiente, y esa consciencia le confiere al condenado un sentimiento de inmortalidad: mientras dure esta noche soy invulnerable, inmortal".\n\n¿Es lo que busca Kurt? Es lo que queremos todos, ¿escapar a la inevitable sorpresa de la muerte?\n\n\n\n
 \nPsiquiatria\nopinion
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