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 Fue uno de los Suizos más famosos de su época, medico de cabecera de Reyes y emperadores, así como del último Dogo de Venecia. Su obra más conocida fue traducida a 17 idiomas, en más de 65 ediciones y se convirtió en la biblia del diagnostico y tratamiento de enfermedades venéreas hasta bien entrado el siglo XX, además de convertirse en uno de los precursores de la psicología y el psicoanálisis.\n\nHe encontrado un ejemplar de El Onanismo en la biblioteca de nuestro manicomio. Es un libro añoso de 1775. Si bien la primera edición apareció en 1760, una primera versión fue publicada en forma de panfleto en latín, con el título “Tentamen de morbis ex manustruptione”\n\nSu autor, Samuel-Auguste Tissot, nació en 1728 en la ciudad de Lausanne, su furor y encono contra la sensualidad de su tiempo, tan sólo puede compararse al desaforo sexual del Marques de Sade con quien le tocó compartir la época.\n\nEl tono de El Onanismo es casi el de una obra religiosa: en cada página hay una advertencia, contra el exceso sexual. Sus observaciones son tanto más perniciosas cuanto que están basadas sobre observaciones científicas, como por ejemplo, cuando habla de los efectos de la castración en los jóvenes que no han alcanzado aún la pubertad. “la amputación de los testículos, en la edad de la virilidad, causan la caída de la barba, y la vuelta de una voz infantil”. Imaginad, entonces, lo que puede provocar la perdida de un humor tan precioso (como el liquido seminal).\n\nCriado por un tío Jesuita, sus referencias a los autores clásicos y la técnica de la citación de autoridades, en El Onanismo son inevitables: de Hipocrates a Galeno, de Aristoteles a los científicos del renacimiento. Probablemente son los síntomas de la tuberculosis y el raquitismo, los males de la época y producto de la desnutrición que asoló Europa pre-industrial, son las enfermedades que Tissot elige para describir con acribia como consecuencia de la masturbación.\n\nEsta enfermedad nace de la médula espinal. Ella ataca a los recién casados o a los libidinosos. No provoca fiebre; y a pesar de que se alimenten bien, pierden peso y se consumen, Creen sentir un hormigueo que desciende de la cabeza a lo largo de la espina dorsal. Cada vez que defecan u orinan, pierden abundantemente un licor seminal muy liquido. Son incapaces de procrear y el acto venéreo ocupa por la mayor parte sus espíritus. \n\nSus descripciones son casi letanias de un sermon de domingo: Una gran disipación de semencia debilita el fundamento de todas las partes solidas, de ahí nacen las debilidades, la pereza, la inercia, las consumciones dorsales, el aturdimiento y la depravación de los sentidos, la estupidez, la locura, los desmayos, las convulsiones.\n\nLa “practica infame de la masturbación” hace perder a los jóvenes las facultades del alma, sobre todo de la memoria, y los vuelve inútiles al estudio. \n\nQuizá haya que buscar una relación secreta, suerte de vasos comunicantes, entre el ahorro y los valores protestantes Suizos y el rechazo por el acto sexual: esa fijación perversa en el ahorro y la acumulación origen del sistema bancario Suizo. Durante mi época universitaria, muchas mujeres suizas me mostraron las sabanas con un orificio en el medio que sus padres utilizaban para cumplir sus deberes conyugales una vez por semana antes de ir a la iglesia.\n\n.... Continuará \n\n\n\n\n Psiquiatria\n
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