|
sioc:content
|
-
 \n\nHan pasado muchas horas desde mi conversación con el Dr. Bleuler. Sé que nunca admitirá que fue él, quien con un simple SMS indicó a la central médica que me enviarán a Fritz con su pistola neumática y me administre la dosis de Rohypnol, pero no me importa, las patatas hervidas con tabla de quezos que sirven los Jueves no es lo mejor del menú.\n\nDespierto relajado y me extraigo yo mismo el tubo del gota a gota que aplican a los pacientes dopados, se trata de agua azucarada con un poco de diurético y va de maravillas para despertarte sin hangover. Lo recomiendo cuando alguien os aplique de sorpresa 15 mg de Flunitrazepam por vía intravenosa en la carótida.\n\nAl volver a mi cubiculo en la biblioteca miro la carta de esta mañana y, durante media hora, le aplico la más estudiada indiferencia. Finalmente, con un ligero temblor de manos me dirijo a los anaqueles de libros valiosos y tomo una preciosa edición en octavo de las obras completas de Dante. Son tres tomos minúsculos, empastados en cuerina purpura, impresos en papel biblia y curados por E. Moore, uno de los más reconocidos Dantistas ingleses de inicios del siglo pasado. Espero que esa edición este a la altura de los finos dedos de RV. No lleno ninguna ficha de préstamo, y simplemente deposito el estuche en la bandeja de salida y llamo a Gonzalo, el enfermero de Riva.\n\nPor mi parte y para calmar la leve sensación de asfixia que de pronto me asalta, me refugio en una edición de lujo de la Divina Commedia. En realidad, es una edición de las ilustraciones que Botticelli inició para Lorenzo el Magnifico y nunca concluyó. Es una edición francesa, más bien para coleccionistas un poco snobs. Ha sido curada por Diane de Sellers y la traducción y notas están hechas por Jacqueline Risset. \n\nSé que eso no os importa, y seguramente teneís razón porque además la traducción clásica al francés de André Pezard restará insuperable, pero como sabéis soy maniático y cuando leo un libro lo hago verdaderamente página por página. Busco un lugar cerca del ventanal desde donde sé que puedo espiar la habitación de Riva. La veo ponerse de pie, tomar su espejo con la mano izquierda y dirigirse siempre de espaldas pero con una cierta gracia y dulzura hacia la puerta de su habitación. Adivino el momento en que Gonzalo le da el libro, que ella recibe en una bandeja y luego la veo sentarse en su mesa y mirar las magnolias que están floreciendo desde su mirador habitual, de espaldas al ventanal.\n\nHojeo las páginas suntuosas que en otro momento de mi vida me hubieran causado un enorme placer recorrer y busco el Canto V. Mientras leo, decido que Riva ha pedido la Commedia sólo para leer este canto, y que ella está allá al otro lado de este jardín recorriendo el Infierno con Dante y Virgilio, pero también conmigo y que junto encontramos las almas de los lujuriosos. De aquellos que se dejaron arrastrar por la pasión del amor en vida y ahora se ven azotados por el vendaval de los vientos y son arrojados contra los farallones del segundo círculo infernal.\n\nQuizá, como se indica en otro Canto del Infierno, nuestras almas ya estén allá, condenadas, y aguardan tan sólo que a nuestros cuerpos les llegue su última hora. Nosotros los locos de este manicomio, ya somos presa de la intemperie infernal. Por abusar de nuestra libertad en el exterior estamos confinados acá.\n\n¿Y Paolo y Francesca? ¿No son acaso la pareja símbolo que murió a manos de su sangriento verdugo, a quien sangrienta pena le aguarda? ¿Por qué han sido condenados al infierno, por un simple beso truncado? Quizá, ahí resida la magistral lógica dantesca, el pecado se comete en la intención, no hay diferencia alguna entre la lujuriosa Semiramis que se apareó con un toro o el suicidio por amor desesperado de Dido. Y del mismo modo, no existe la locura leve: una vez que se renuncia al uso de la razón no hay vuelta: terminamos en este lugar de "toda luz mudo".\n\n Opinion Psiquiatria\n \n\n\n
|
![[This page as RDF]](http://webenemasuno.linkeddata.es/static/rdf-icon.gif){kind=icon}