PropertyValue
opmo:account
is sioc:container_of of
sioc:content
  • 1. Muy Señora mía, habiendo notado Vuestra merced. que los médicos de Ferrara así como el conde de Este han ordenado mi reclusión aludiendo a mi padecimiento de frenesí e imaginaciones, aunque por incidencia de mi comportamiento en general, no están decididos a llamarme simplemente loco. Pretende Vuestra merced a través de su misiva que mi persona satisfaga a su curiosidad: lo primero, sobre la duda si los sufro, tales padecimientos; lo segundo, sobre si estos sufrimientos han sido causados por la pasión de mis sentimientos hacia vuestra persona. Que son los términos con que las autoridades médicas de la corte y los jueces a Vuestra merced han mi mal explicado. \n\n2. El litigio sobre mi locura, incluye dos cuestiones: una sobre la posibilidad general; conviene a saber, si es posible que el amor pueda causar vesania o trastorne la razón humana a punto tal que el acongojado amante pueda caer en estado tal, que se denomina furia o locura: otra particular que a mi persona particular concierne, sobre si mi amor por vuestra persona es tan grande que no obstante Vuestra merced me haya confirmado elevada reciprocidad de sentimientos, mi pobre espíritu no pueda soportar su fuerza y como ánfora mal labrada por fina fractura haya comenzado a filtrar la razón; esto es, si en efecto es posible, o ha acaecido algunas veces que el sentimiento amoroso mine las facultades mentales a causa de la separación física de los individuos unidos por el susodicho sentimiento.\n\n3. En cuanto a la primera, si sólo se propone en los términos de congreso utcumque; esto es, prescindiendo de que sea prolífico, o infecundo, no se puede dudar de la posibilidad. Es constante, que el Amor cuando se apodera del alma humana, afecta las facultades intelectuales del mismo provocando perdida del apetito, necesidad imperiosa de someterse a dietas purgativas con el solo objeto de recuperar gentil figura, palpitaciones, ojos vidriosos, retortijones de barriga, y muchas veces copiosa sudoración de manos y sobacos. Otro más y en esto convienen también Teólogos, y Filósofos: que los antes descritos síntomas han sido identificados con los de la furia o vesania, sobre todo cuando este sentimiento impulsa a sus victimas a la escritura de acrosticos, rimas de silabas contadas, sonetos (especialmente de estilo alejandrinos), décimas y canciones (sobre todo aquellas que copian sin saberlo el estilo de Garcilaso), y se suma a ello al tráfico con libros, hojas sueltas y demás volúmenes en búsqueda de poesía amorosa, tratando de obtener por trueque de rocines viejos, tierras de campa y otros bienes necesarios a la vida noble.\nEs verdad, que el Padre Fulgencio Pereira (lib. 8. in Genes. disp. 3.) limita este efecto sólo en lo respectivo a los retorcijones de barriga, y negando su posibilidad en orden a la aprensión poética; porque dice, que aunque el amor tenga alguna influencia, no puede tener aquélla, que es propia de los humores del cuerpo humano; verbi gracia, la blandura de la carne, la dureza del hueso, las erecciones matutinas, ni aquel suave calor, que influye el espíritu vital de las mujeres y que origina en ellas la turgidez placentera de los pezones en el momento áureo del coito después de cuaresma.\n\n4. Siendo posible al amor la formación de provocar semejantes desaguisados en un cuerpo humano, se sigue evidentemente la posibilidad que tal efecto devastador puede causar furia amorosa en espíritus débiles cuando se entregan a dicho sentimiento con demasía. Con que la duda debe quedar únicamente reducida al punto, de si el comercio con el amor puede ser prolífico.\n\nDetengo aquí la trabajosa transcripción para no abrumar al lector con la intrincada sintaxis del castellano del Siglo XVI y doy cuenta de una breve noticia bibliográfica: en una petaca de viaje almacenada en el deposito de libros del manicomio he hallado un volumen que recoge las cartas de Don Torquato Tasso sobre su diagnosticada vesania en el año de 1580. Es un libraco en octavo, impreso en papelón de fibra de lino, en caracteres Bodoni, se han dejado los consabidos espacios para unas iluminaciones que nunca llegaron. Por la fecha de impresión se debería afirmar que es un incunable, sin embargo dada su popularidad, 26 ediciones, no ha de ser considerado como un libro raro.\n\nEs sabido que Tasso no controló ninguna edición de su obra y que ni siquiera dejó consenso público sobre cual de las ediciones era la que más le agradaba no obstante recibiera copia de todas durante su reclusión en Santa Ana. La edición de las Cartas a Leonor que manejo fue hecha por Febo Bonnà en 1581, aunque la mía tiene anotaciones hechas por Scipione Gonzaga en 1594. Tasso fue internado y declarado demente en 1580 hasta prácticamente el momento de su muerte, en 1595.\n\nTorquato le escribe a Scipione Gonzaga en Mayo de 1579: \n\n
    "Opresso dal peso di tante sciagure, ho messo in abbandono ogni pensiero di gloria e d'onore".
    \n\nAsí, pues, luego de haber alcanzado la máxima gloria del renacimiento literario con su obra "Jerusalén Liberada", Tasso morirá en un manicomio. Su historia fascinó a los románticos y tanto Delacroix como Goethe le dedicaron sendas obras.\n\n(Continuará)\n\n
    anuncios \n\n\n\n
    \n\nfree web stats
sioc:created_at
  • 2008-09-08 19:02:34
is sioc:creator_of of
is opmo:effect of
sioc:has_container
sioc:has_creator
sioc:has_reply
opmo:pname
  • http://lacomunidad.elpais.com/demente/2008/9/8/epistola-sobre-locura-amorosa-to-the-happy-few-la (xsd:anyURI)
sioc:title
  • Epistola sobre la locura amorosa ("to the happy few" de La Comunidad)
rdf:type

Metadata

Anon_0  
expand all