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    EL ABUELO SEVERIANO \n\n

    Severiano tuvo muchas vidas hasta que se le acabaron un 28 de marzo a los 93 años.\n\n

    Se murió como su padre, de repente, así lo tenía decidido. Su padre de faena en la cuadra y él bien arreglado, para salir a dar un paseo, como todos los días, por las calles de Valladolid, por la plaza Santa Cruz y aledaños.\n\n

    La mayor parte de su vida, se la dedicó al campo en Camporredondo (Valladolid), sacar provecho de la tierra para alimentar la prole de 8 hijos, bien repartidos: 4 y 4. Primero los varones por orden de nacimiento Fidel, Paciano, Jesús y Severiano, y de la otra acera llegaron: Josefa, Rosario, Leo (muy buena moza) y Bene.\n\n

    Primero tuvo a Fidel con su primera mujer Valeriana, que a los 9 meses después del parto, partió a otra vida. Antes Valeriana parió a Eutimio y otro Fidel que se malograron. Al repetir el nombre quería recalcar el ansia de supervivencia y acabó con ella. Eufemia hermana de Valeriana quería mucho a su sobrinillo Fidel y le enseñaba fotos. Su padre Severiano se casó con Germana, una prima de Valeriana, para no dejar huérfana a la criatura acabó dándole 7 hermanos. En aquellos tiempos, en el campo, la mano de hijo era un capital, la de hija no tanto. Fidel era un bebe de teta y al quedarse huérfano se recurría a las mujeres que estaban amantando. Las leches de vaca u oveja son fuertísimas y mataban a 2 de cada tres criaturas. Felicitas sustituyó a su prima Valeriana en el arte de la alimentación.\n\n

    Hubo años escasos, años malos y años peores. De la tierra sacaban grano, trigo y cebada. Tierras no faltaban. Una estaba en el paraje de La Dehesa. Otra cerca del pueblo Santiago del Arroyo, a 3 kilómetros.\n\n

    Agua no faltaba, en la hoja 401-I San Miguel del Arroyo, se ve el pueblo de Camporredondo plagado de pozos en sus alrededores, era cuestión de escavar un par de metros en el suelo arenoso para llegar al agua. Plantaban patatas, contaban con una huerta, un majuelo pequeño en el paraje Carra Mambres (en el MTN-25 pone Carrambres, yo como cartógrafo e hijo prefiero la versión de mi padre) y una bodega para pisar y conservar la uva y el vino resultante. Durante la vendimia los mozos jugaban con las mozas a lagarejo, frotar un racimo de uva tinta bien maduro por la cara, manchaba, pringaba y atraía a las moscas. No había normalmente agua para lavarse. \n\n

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    No pasaron nunca hambre, lo que ya es un logro y una meta para los tiempos que corrían, sobre todo en los tiempos de la guerra civil y de posguerra. Cuenta mi padre que después de un año malo, su padre Severiano al año siguiente mató 5 cerdos, para compensar. Solía plantar el grano peor pagado de la temporada anterior y acertaba. El resto de agricultores cambiaban al mejor pagado y erraban.\n\n

    Josefa la mayor sacaba de casi niña a pastar a las 7 vacas. Se criaban gallinas y conejos y también recuerda que había una cabra que paría chivitos que duraban poco, terminaban en la cazuela al poco de nacer.\n\n

    El abuelo Severiano era de los pocos que sabía leer y escribir, durante un tiempo fue el Juez de Paz de Camporredondo, y sus hijos estudiaron hasta los 14 años.\n\n

    Como Juez de Paz mediaba en los litigios entre vecinos y en alguna ocasión no lograba sus propósitos y en sus funciones de mediador no podía impedir que saltara el puñetazo del energúmeno y brotase la sangre en su propia casa. Luego seguirían los rencores, los resquemores y los intentos de venganza, pero eso es otra historia. El bruto solitario que pega a uno de 8 hermanos. \n\n

    El abuelo tuvo visión de futuro y poco a poco fue mandando a la capital a todos sus hijos. Aprovechando el matrimonio Fidel se fue a Palencia para poner una tienda de ultramarinos, más tarde Paciano cogió el traspaso de una confitería a su primo Andrés, hijo de Mariano, en Valladolid. Jesús también se acomodó a la vida dulce de confitero. Severiano hijo fue más intrépido y se dedicaba a negocios de compra y venta de solares, casas, negocios... Las tres hijas mayores tuvieron un buen ejemplo con sus dos hermanos mayores, y cada una tuvo su confitería por el centro de Valladolid donde repartían alegrías dulces a los clientes.\n\n

    Murio a los 93 años. Un día como otro cualquiera estaba vestido para salir a dar su paseo y comentó que se encontraba algo mal, se sentó y se murió de repente, sin un lamento, como su padre, también a los 93, en la cuadra. Su hija Josefa pidió a la virgen que su madre Germana muriera así, de repente, a los 93 años, ya llebaba tiempo mal y parece que se cumplió la rogativa. Germana con sus achaques y operaciones aguantó hasta los 93, despues de una intervención cardiaca. \n\n

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    MI PADRE FIDEL II\n\n

    Era el primer hijo de Severiano y Valeriana que sobrevivió, antes hubo un Eutimio y un Fidel I que no prosperaron. En esas épocas, uno de cada tres niños moría a consecuencia de todo, insolación, fiebres... y gastroenteritis sobretodo, cuentan que les dejaban en pleno verano en el carretón, con sus mocos, meados y cagados mientras cosechaban. A veces compartían un ataúd para dos niños. Mi padre recuerda que era horroroso dar el beso al muerto, pero era un ritual que había que cumplir aunque te dejara mal recuerdo. \n\n

    Casi ni se enteró de la muerte de su madre Valeriana a los 9 meses, era un niño de teta y su nodriza Felicitas, prima de Valeriana le quería como propio, luego el padre de la criatura se desposó con su hermana soltera. Todo quedaba en familia.\n\n

    Era de los listos y estudió hasta los 14 años, como todos sus hermanos y hermanas. La maestra Carmina, su futura mujer dió clase a su hermana pequeña Bene, y viendo que aprovechaba los libros y las enseñanzas, y que podía hacer carrera de sus conocimientos, solicitó a sus padres la venia para que continuase los estudios. La respueste fue castrense: todos los hijos son iguales y todos estudiaran hasta los 14 años, no podemos hacer distingos.\n\n

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    Le gustaban las representaciones teatrales que preparaban los mozos del pueblo, y recuerda una de Serrallonga. El maestro le dio con un mimbre en las piernas por mirar por la ventana hacia el patio de recreo de las chicas.\n\n

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    La primera ensalada de escarola con granada la comió en casa de un primo también agricultor, pero muy elegante que usaba camisas almidonadas y vivía cerca de la carretera de Valladolid. \n\n

    A falta de harina hacían pan con centeno, que llevaban por la noche al molino a moler, de día, si te pillaba la guardia civil, te lo requisaba, que es lo mismo que robar pero en oficial. El pan de centeno tiene mucha fibra y como resultado da unos cagarrones enormes, mas de bestia que de humano. \n\n

    Fue un buen aprendiz de las tareas del campo y hasta que se casó aprendió las crudezas del campo y los esfuerzos que cuesta sacar algo a la tierra. \n\n

    Segar, acarrear, aventar, cargar…\n\n

    Un aprendizaje perfecto para dedicarse a otras cosas que supongan menos esfuerzo. Como había hecho lo más, podía hacer lo menos pero de continuo, así fue en el ramo de la alimentación al que dedicó su vida. Un trabajo para sobrevivir, comerciante de tienda, tendero de si mismo con la ayuda de su mujer, de autónomo que se dice ahora. Empresario de si mismo y 4 encargados y ayudantes. Ocho horas diarias abiertas al público, más la preparación de los productos y el establecimiento antes de la apertura, y después del cierre recogida, limpieza y hacer la contabilidad. En una época hizo recova, compraba huevos y gallinas por los pueblos para venderlos en la tienda de alimentación.\n\n

    75.000 ptas. costó el traspaso de la tienda de ultramarinos en la calle Don Sancho, a 50 metros de Los Cuatro Cantones, en el centro de Palencia.\n\n

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    LA TIA JOSEFA\n\n

    Es la mayor de las hermanas y llegó 8 años después que Fidel y de otros tres varones. \n\n

    Era y sigue siendo la más lanzada y de pequeña saltaba por el ventanal de la escuela para salir al patio de los chicos.\n\n

    Antes de cumplir 10 años llevaba la burra con la comida para los segadores y una cántara de agua para rellenar el botijo. No sabía muy bien donde se encontraba la tierra que estaban segando y todos los segadores a lo lejos eran iguales, sombrero de paja atado por pañuelón y ropas grises de pana. La responsabilidad era muy grande, no podía perderse ni derramar los líquidos. Su madre Germana había preparado las sopas de leche calentitas y no debían enfriarse.\n\n

    En el colegio castigaban casi por todo y en una ocasión de castigo prolongado y encerrado, una compañera tenía tantas ganas de hacer pis que recorrió meando todo el perímetro de la clase para repartir el líquido. \n\n

    La despensa tenía los varales repletos de chorizos después de la matanza y los estómagos se vacían enseguida, alguna noche se encontró pellizcando un chorizo para matar el gusanillo con su hermano mayor Seve. \n\n

    También la tocó acarrear agua con el burro. El manantial al lado del cementerio, daba miedo, no por los enterrados sino por la responsabilidad de no romper ninguno de los cántaros. Y es que estos envases pesan un montón. Josefa como fémina tenía menos fuerza que su hermano mayor, al que había suplantado, pero tenía mas ingenio. Rellenaba hasta la mitad los cántaros y rellenaba con uno, los otros tres, el último se quedaba sin llenar a tope. En una ocasión se rajó uno de los cántaros por el asa, pero hizo como si nada, los colocó como de costumbre en la cantarera de la entrada de la casa. Y esperó vigilando para ver quién era el que lo rompía al levantarlo. Fue su padre, se quedó con el asa en la mano y se derramó todo el agua. Josefa llena de amabilidad se prestó a recoger el agua diciendo a padre que no se preocupara.\n\n

    Los 8 años de diferencia entre Fidel y Josefa eran 8 grados de admiración por el hermano mayor: alto, guapo, tieso, bien vestido, con el pelo rizado, buen mozo, trabajador y respetable. Se parecía al actor americano Gary Cooper.\n\n

    Los padres de Consuelo tenían ovejas y hacían queso. Consuelo no era muy agraciada y regalaba queso a Josefa para que se lo diese a Fidel, que repetía una y otra vez que no aceptase más queso. Así se rondaba o pretendían los favores para bailar y quien sabe que mas cosas.\n\n

    Águeda era otra moza que miraba bien a Fidel. Las vueltas que dan las emociones y la vida. Henar hija de Águeda se casó con Antonio, sobrino de Fidel. Al final se llevó un Sastre, que ni pincha ni corta, pero es un mediador de miedo, ha escrito un libro sobre la mediación que tiene mucho éxito.\n\n

    En el baile Fidel, baila contento con una chica guapa. Dan aviso a Carmina, que se estaba arreglando para bajar al baile, que tu novio está bailando con una chica guapa. Al llegar y reencontrarse con Carmina, Fidel presenta a su pareja de baile, aquí mi prima, aquí mi novia. Se hizo la paz.\n\n

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    La matanza del cerdo duraba tres días, en la primera noche hubo un robo de carne y el ladrón para disimular dejó a un perro galgo encerrado con la bestia abierta en canal. \n\n

    \n\nJosefa y sus hermanas menores Rosario, Leo y Bene tenían a honra no trabajar en las labores del campo. Eran las señoritas de Camporredondo. Cuando se trasladaron a la capital arrimaron el hombro, cada una en una confitería. Fabricaban caramelos, que cortaban y envolvían en papel de celofán, para despachar al detall a los chavales y los golosos. Las 3 mayores y Jesús, que no se casaron vivieron juntos con sus padres Severiano y Germana hasta que cumplieron los 93 años.\n\n\n\nSe recomienda ver el artículo nº 95 "Anatomía de una fotografía"\n\n\n\n\n\n

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  • 2009-12-17 16:46:23
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  • 122 Lo de miABUELOcontado por miPADREpara que lo lea miHIJO por J. Sastre
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