PropertyValue
opmo:account
is sioc:container_of of
sioc:content
  • La importancia de llamarse Hermenegildo\n\n

    \n\n

    Tengo la suerte de tener como vecino un cocinero, jubilado desde hace unos años, que me ofrece de vez en cuando un plato, una fuente o una cazuela con alimentos que hacían antes las abuelas. Unas rosquillas de aceite con azúcar, un mejunje de tomate pelado con pimientos y no se que mas...\n\n

    Era cocinero de un restaurante de hotel de bastantes estrellas en la calle Aduana de Madrid. Cuando él cocinaba yo vivía a la vuelta en la calle Montera. Compartía piso, estudios y trabajos con otros cuatro amigos a los que sigo viendo cuando las ocupaciones nos lo permiten. No teníamos recursos para comer en su restaurante. Era una época en la que en la carnicería, delante mía, una señora con perrito en los brazos pedía cuarto kilo de carne picada, de la buena para el perro, y yo solicitaba ¾ de kilo para mi gran perro, que éramos los 5 colegas de piso. No pasábamos hambre, ni teníamos como importante perder el tiempo para comer algo con mas calidad excepto un domingo al mes en el que nos excedíamos en algún producto especial o en una preparación esmerada. Una paella por ejemplo.\n\n

    \n\n

    El otro día me atreví a pedirle un plato de encargo a mi vecino. Patatas a la importancia. Un plato económico de productos pero que exige un tiempo y una delicadeza que ya no tenemos en estos tiempos de prisas y rapidez. Recuerdo las patatas a la importancia como un manjar que solo comía en las casa de los amigos, hace más de 20 años y guisadas por sus madres o abuelas. En casa de mis padres no se contemplaban platos de larga elaboración. No lo he visto en ninguna carta de restaurante y mira que hay festivales gastronómicos, semanas del gourmet, jornadas de cocina creativa, promociones de restaurantes de diseño, reuniones de chefs innovadores... \n\n

    \n\n

    Preguntando a los amigos, todos me dijeron lo mismo, un plato olvidado. Uno lo recordaba con caldo de pescado y gambas, aunque lo normal es hacerlo con agua que espesa con harina y el color se lo da el perejil y los cuidadosos lo elaboran con caldo de carne para potenciar el sabor. \n\n

    \n\n

    Ayer se descolgó con unas torrijas jajaja. Y ya que se pone, me trajo jojojo una barra entera, una fuente repleta. No me dio ningún coraje jejeje aceptárselas. Yo le hago chapucillas de bricolaje. Para no ponerme como el quico y romper la balanza compartí con las colegas de clase de francés y con los de desayuno de oficina unas cuantas. Todos alabaron la consistencia y el sabor. La verdad es que cuando llega cuaresma se ven en las pastelerías y en los bares de desayuno. Hubiera tenido mas éxito con las patata a la importancia.\n\n

    En Francia se llama “pain perdu” y en Québec le añaden jarabe de arce, en vez de miel.\n\nEl próximo día le voy a pedir que me prepare un morro de cerdo o es careta, la última vez que oí hablar de la jeta del cerdo era relativo a la que preparan en un bar de tapas de Salamanca, y me pusieron los dientes largos. \n\n

sioc:created_at
  • 2010-04-14 16:07:02
is sioc:creator_of of
is opmo:effect of
sioc:has_container
sioc:has_creator
opmo:pname
  • http://lacomunidad.elpais.com/diapoteca-espanola/2010/4/14/138-importancia-llamarse-hermenegildo-j-sastre (xsd:anyURI)
sioc:title
  • 138 La importancia de llamarse Hermenegildo por J. Sastre
rdf:type

Metadata

Anon_0  
expand all