LACOMUNIDAD.ELPAIS.COM_DIAPOTECA-ESPANOLA_2010_9_15_165-NOCHE-BLANCO-LA-PLAZA-2-MAYO-CON-3-PELOTAS-DE

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Antes de dar el pistoletazo de salida de UNA NOCHE DE PELOTAS.\n\n

“Han recorrido todas las costas españolas, han pasado por tus manos, por las de tu hermano y por las de tu hijo. Las tenemos todas. Miles de pelotas de playa llegan a Madrid para transformar la ciudad en un campo de juego. Parece un accidente. Un camión las descarga en la plaza del Dos de Mayo. Nadie entiende qué pasa. Alguien lanza una tímidamente. La noche acaba de comenzar. La seriedad desaparece dentro de la piscina de pelotas, sin orden ni concierto. Jugando hasta que el cuerpo aguante.”\n\n

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A la 8, 30 de la tarde la cubeta de la plaza del 2 de Mayo de Madrid estaba repleta de balones playeros. Miles de pelotas de colores no dejaban ver el suelo, unas pocas algunas estaban en las manos de chiquillos que paseaban con sus padres, las llevaban como trofeos de caza, sobre la cabeza, sujetas bajo el brazo, agarradas con las dos manos, posesión egoísta por no poder zambullirse en el mar colorido de pelotas que estaban preparando.\n\n

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A las 11 de la noche, al acercarme a la plaza, para contemplar el happening, el escenario había cambiado el 100%. Por el camino, bastantes jóvenes y mayores mostraban orgullosos una pelota de piel fina rellena de aire. La cubeta de la plaza ahora estaba cubierta de gente que jugaba con unas pocas pelotas a lanzarlas y relanzarlas al aire, con la esperanza de que en la caída les pillase cerca de su posición para poder darle otro golpe de vida. Algunos jugadores con mala saña golpeaban la pelota con intención de hacer blanco en algún compañero/a. Pero cada vez que un proyectil salía del espacio acotado un ladronzuelo se apoderaba del botín y se alejaba, convirtiendo una pelota solidaria en un pelota huérfana. Otros después de cansarse de dar batacazos se guardaban una pelota de recuerdo. Los fetichistas del arte también se apropiaban de un souvenir de la performance para ponerlo en su álbum artístico.\n\n

A las 3 de la madrugada, hora prevista de cierre posiblemente no quedaban mas que las pelotas colgadas de las ingles de los paseantes y la pelota-cabezo perpleja del que se acercase a a última hora con intención de darse un baño de bolas. Un pelotari distraído pudiera ser lo mas redondo y juguetón que transitase por la plaza.\n\n

COMIDA, PELOTAS... QUE MAS DA. \n\n

Para mi, aquello fue la imagen de la muerte del anarquismo. Las pelotas eran libres y estaban dispuestas para su uso en plena libertad por todo aquel que quisiera. Y durante los primeros momentos de comienzo del juego, la juerga fue total, el público invadió el recinto y disfrutaron anárquicamente de una experiencia liberadora e infantil de pelotas al aire. Pero a medida que pasaban los minutos el gentío aumentaba y las pelotas disminuían. La rapiña y el egoísmo humano se estaba cargando minuto a minuto con el robo y la corrupción continua, la magnífica juerga ácrata. Como la vida misma. \n\n\n\n\n\n