He visitado la ciudad este fin de semana pasado, y hay que ver la cantidad de arte que encierra. \n\n
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Montones de cuadros colgados de las paredes del museo de arte abstracto que para más inri está en una casa colgada. Unos cuantos artistas como Torner, Zóbel, Saura… y Antonio Pérez tienen centros de arte con sus obras y las de sus amigos.\n\n\n\n
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Además celebraban el primer festival internacional de arte gráfico, inaugurado el viernes 4 y los carnavales, que también dan de sí para juntar colgados de todo tipo, estos últimos a sabiendas que lo están o que so lo hacen. A los que hay que sumar a los colgados de la litrona y el tetrabric de vino, unos cuantos especímenes que viven ajenos al mundo real.\n\n
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Y no quiero olvidar a las esclavas, así se denominan, del santísimo sacramento, que velan noche y día el corazón de Jesús, otro colgao, en este caso por crucifixión.\n\n
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Pero el mas colgao de todos, ha sido el alcalde, no se ni su nombre, ni el partido político al que representa, que firmó para poner la estación de AVE en un descampado a 5 kilómetros de la ciudad. Eso solo se le ocurre a un colgao. ¿El tren de alta velocidad es para acercar o para alejar? Esto huele mal. Y parece que en el entorno hay un vertedero. Dentro de la nueva estación tampoco huele bien. Da lo mismo que llegues o te vayas en AVE. Para salir del andén tienes que subir por escaleras clásicas, mecánicas o en ascensor, y para acceder al tren no hay escaleras mecánicas, tienes que pasar por el ascensor o por las escaleras. ¡¡¡Pero si estamos en un descampado!!! Esta solución es una paletada de un arquitecto colgao. ¿No ha pensado que la mayoría, por no decir todos, los que viajan en tren, llevan una maleta? \n
\nLa ciudad alta y sus habitantes se portan mucho mejor que el alcalde y el arquitecto. Sufren los desniveles y a los turistas que les dan de comer. \n\n
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CUENCA, no es ciudad para viejos.\n\n
La ciudad alta o vieja no está preparada para la vida moderna del coche. Estaba muy bien para defenderse del enemigo asaltante externo. Ahora los enemigos están dentro: los bancos, las compañías multinacionales, las grandes empresas corporativas de suministros… y otros monstruos, cada cual tiene los suyos.\n\n
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Las calles píndias te sacan el resuello cuando caminas hacia arriba. Menos mal que todo lo que sube, baja. \n\n
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No creo que las casas colgadas tengan ascensor, por lo que después de hacer la compra, tener que subirla hasta una planta alta puede ser penoso.\n\n
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Eso sí, es la ciudad con mejores vistas que conozco. Un plano turístico bien realizado estaría plagado de símbolos “Vista panorámica”, rodeando el contorno hacia fuera y también desde fuera a dentro. Los ríos Huecar y Júcar han horadado unos valles profundos que rodean la alargada ciudadela, y los constructores se las han apañado para aprovechar los farallones escarpados y adaptarles unas casas con alturas vertiginosas y balcones colgados. Mirar por una ventana o un balcón es encontrarse en el aire, como en volandas.\n\n
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En la nariz de la mejor hoz del río Huecar nació esta hocina. La hocina de Federico Muelas está en ruina. Pero a nada que cierras los ojos y te la imaginas en su esplendor, sueñas con un mundo mágico rodeado de cipreses y elevado entre el cielo y la tierra, a medio camino entre la felicidad para estar y la tortura de cómo llegar. No hay carretera que te lleve hasta sus puertas, sólo caminando puedes acercarte hasta este remanso de paz. Un lugar para componer poesía.\n\n
En todos los restaurantes que he comido, los líquidos se iban marcadamente hacia un lado del plato. Es el mejor nivel para detectar las inclinaciones de suelos. \n\n
Cuenca no es ciudad para viejos, ni para tacones de aguja. \n\n\n\n
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