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Hay algo que usamos a diario (y a horario) y que se basa en el número 6. Es la estructura del día horario. De hecho podemos formularla en base al 6 tanto en horas como minutos como segundos. La fórmula más fácil es la de las horas, pues el día consta de 6+6+6+6 horas. Quizá nunca te hayas planteado una fórmula para representar el día horario en minutos usando el número 6. Esa fórmula es (6x60) + (6x60) + (6x60) + (6x60) minutos, en total 1440. Y en segundos es (60x60) + (6+6+6+6), en total 86.400. El 6 es un número natural, pues es el número de veces que cabe el radio del círculo si lo inscribimos dentro del propio círculo, y ese tiempo que creemos que es una línea recta, es un círculo (un ciclo, como el giro de la Tierra en 1 día o la órbita de la Tierra en 1 año). El propio mínimo tramo del reloj que representa al segundo o al minuto es 6 grados del círculo de 360. El segundo 66.600 del día corresponde a las 18 horas y 30 minutos, es decir, las 6+6+6 horas y 6+6+6+6+6 minutos. Por su lado, el número 7 representa la unidad básica del año: la semana, 7 días durante los que la Luna cumple 1/4 de su órbita a la Tierra. Y ya el número 10 (número de dedos de las manos humanas) es la base del sistema métrico decimal o de... los múltiplos que expresan el ideal de longevidad del "hombre centenario" o de "riqueza" del "hombre millonario". Las 6+6+6+6 horas del día también podemos representarlas como 8+8+8 horas de las que 8 usamos para descansar y para que la mente y el cuerpo repongan fuerzas. Las 16 horas restantes son de actividad (que incluye tanto al ocio como al negocio). Durante esas 16 horas el planeta Tierra gira 243 grados (y recorre unos 1,7 millones de kms) y el planeta Venus gira... sólo 1 grado! 16 horas son 57.600 segundos. Si consideramos 1 segundo como 1 metro psicológico podríamos decir que durante la vigilia recorremos 57.600 metros psicológicos, es decir 57,6 psicokilómetros. Físicamente nuestro organismo no soportaría andar 57,6 kilómetros reales cada día durante 16 horas seguidas (a 1 metro por segundo), aunque psicológicamente, al parecer, sí estamos preparados desde que empezamos a trabajar (sin cobrar) en esa "oficina" que llamamos colegio o escuela. Preparados para una intensa vida laboral (de necesario trabajo para comprar y reponer el dinero consumido en las compras) y comercial (de necesarias compras para reponer lo comprado y consumido) con el lógico descuido de la vida espiritual y el desgaste vital, mental y físico, pues todo esfuerzo tiene su repercusión (toda causa su efecto), y no sólo su recompensa o su fracaso.\n\n
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