LACOMUNIDAD.ELPAIS.COM_DIVERSIDAD-FUNCIONAL_2010_11_20_EL-PRAT-ALIVIARA-CONTROL-SILLAS-RUEDAS-VIOLENTABA

• El Puente Aéreo ha perdido todos los clientes con discapacidad que volaban con cierta regularidad
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• Pasajeros con movilidad reducida denuncian una inspección «humillante» que ataca su «autonomía»

\nDónde está la frontera entre un inevitable control de seguridad y la innecesaria humillación de un ser humano? ¿Justifica un delito puntual aumentar la vigilancia de todo un colectivo hasta extremos arriesgados? El aeropuerto de El Prat decidió en septiembre intensificar la revisión de las sillas de ruedas después de encontrar una fortuna entre los hierros de una de estas estructuras. Desde entonces, varios viajeros con discapacidad han denunciado situaciones «humillantes» que han atentado contra su «autonomía y autoestima»; unos chequeos que les han hecho perder aviones, poner en riesgo su salud y, en definitiva, dar un irónico paso atrás en su batalla en favor de la autosuficiencia.\n\nàrbara Vidal, informática de 34 años y tenista paralímpica, viaja a menudo por Europa para disputar torneos. El 7 de septiembre debía volar a Italia, pero al facturar la maleta le informaron de que ya no podía seguir con su silla a partir de ese punto. «El chico de la aerolínea me dijo que la Guardia Civil ya no quería que usáramos nuestra propia silla y que debía aceptar la que ofrece AENA, mucho más vulnerable y cutre», detalla. En aquella ocasión, no sin muchos nervios y tensión, cedió a regañadientes y con miedo a que la silla sufriera daños como ya le había sucedido en otras ocasiones. Unas semanas después se negó y tuvo que ir al sótano para que pasaran su silla por un escáner.\n\nEntre indignada y triste, Bàrbara escribió a la dirección del aeropuerto explicando su caso y cómo ella y el resto de personas con movilidad reducida se sienten «aún más discapacitadas con decisiones como esta». A los pocos días recibió una llamada cargada de disculpas que la invitaba a mantener una reunión con el director de El Prat, Fernando Echegaray. El encuentro fue tan cordial como fructífero. Según el relato de Bàrbara, el gestor del aeródromo admitió que la situación era «insostenible», que ya habían hablado con la Guardia Civil y que antes de finalizar el año estaría «todo resuelto».\n\nCOMPROMISO OFICIAL / Dicho y hecho. Francesc Folch, jefe de seguridad de El Prat, confirma a este diario que el aeropuerto dispondrá en diciembre de detectores de trazas que permiten localizar explosivos sin necesidad de que el usuario abandone su silla. Folch insiste en que AENA tiene «una gran sensibilidad por este tipo de temas», pero admite que existen «ciertas dudas sobre la autosuficiencia de llegar en silla de ruedas hasta la puerta del avión». El aeropuerto también se ha comprometido a colocar escáneres más anchos en los controles de seguridad para que la silla de ruedas acceda sin problemas, una medida que Bàrbara aplaude «a pesar de que tendría que haberse pensado cuando se diseñó la terminal».\n\nEstas medidas, sin embargo, puede que lleguen demasiado tarde. Concepción Vinagre, coordinadora del Puente Aéreo de El Prat, comenta con rabiosa resignación que Iberia «ha perdido la decena de clientes discapacitados que volaban con regularidad a Madrid» y achaca este dato al «procedimiento absurdo de obligar a facturar la silla de ruedas». Situaciones como esta, añade, «hacen mucho daño a las aerolíneas» y reconoce que a la Guardia Civil «no hay quien le tosa» y que será «muy difícil» recuperar estos viajeros.\n\nEl capitán de la Guardia Civil Lorenzo Martínez, responsable de seguridad del aeropuerto, asegura que los agentes «son los primeros en sentirse mal e incómodos ante según qué situaciones» y explica que lo único que hacen es «cumplir con la normativa europea de seguridad». Admite que ahora «son más exigentes que tiempo atrás» y confirma que el detector de trazas «evitará que el discapacitado tenga que levantarse de la silla», una maniobra que, según el caso y si la persona no está bien colocada, puede provocar una llaga que tardará semanas en sanar. «Con este aparato solo podremos detectar explosivos, no dinero, pero aquí lo más importante es pillar a los terroristas, no a los ladrones», añade.\n\nJosé María Ballesteros, presidente en Catalunya de la Confederación Estatal de Personas con Discapacidad Física y Orgánica y damnificado por la norma de seguridad, viaja mucho por España y apunta que en ningún otro aeropuerto ha experimentado los «malos momentos vividos en El Prat». «Ha sido un retroceso importante, un ataque contra la autonomía personal por la llevamos más de 30 años luchando», concluye.