 \n\nTodo el mundo coincide. Fitur brinda "mayor confianza en el futuro", "han vuelto los grandes", "el Fitur de la recuperación", etcétera. Como si se tratase de mantras que de mucho repetirlas se convertirán en realidad, parecen revelar el ansia por ofrecer una imagen de recuperación. Y si Europa y el resto del mundo mejora dentro de la crisis, eso representará sin duda una inyección de confianza para el tradicional negocio receptivo ibérico, de piel de cemento.\n \n Otra cosa es el paulatino languidecer de los pabellones internacionales, con sus huecos, sus pasillos secundarios desiertos, stands decaídos en color y negocio, donde las nuevas tecnologías y los altísimos precios del metro cuadrado de Ifema y los magros resultados desaniman a acudir.\n\n \n Por no hablar del precio del Internet-Beluga, a 250 euros el WiFi, patrocinado por el Ifema de la alegre muchachada de Álvarez del Manzano\n \n Y algunas otras notas...\n \n\n - Que si no acudes, se nota y eso hace que a los internacionales les cueste replantearse, no del todo resignados, sus próxima comparecencia.
- ¿De dónde sale el numerosísimo público no profesional en los días reservados a los profesionales?
- La poca trascendencia en prensa del Fitur LGBT.
- El aspecto deprimido y ceniciento de muchos pabellones, donde la decoración, -cuando la había-, sonaba mucho a pasadas ediciones.
- La crisis tiene sus lados buenos: menos folletos, menos reciclaje de papeles tirados en la estación del Metro de Campo de las Naciones lo que nos proporciona un mejor medio ambiente. Falta nos hace en el hipercontaminado Madrid.
- Que las cafeterías han hecho mejor negocio debido a la escasez de saraos y viandas gratis.
- Y que esta vez los argentinos no han traído la estatua del Che para que se fotografíen junto a ella los turistas, para rechifla general.
\n\n |
![[This page as RDF]](http://webenemasuno.linkeddata.es/static/rdf-icon.gif){kind=icon}