\n\n Todos los años, en cuanto empiezan las primeras lluvias en setiembre a las ciervas se les moja el lomo y entran en celo. Los machos se vuelven locos de deseo y empiezan a berrear reclamando la llamada de la naturaleza y empieza el apareamiento. Nosotros tenemos la suerte de vivir en un paraje que desde nuestra misma casa al amanecer y al atardecer podemos escuchar estos increibles sonidos y con el coche poder ir al otro lado de la sierra y en silencio contemplar las manadas de venados saltando casi por encima de nuestras cabezas.
Un espectáculo emocionante y está en la naturaleza.\n\n