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El post Me han tangao nos dejó más 300 comentarios en la noticia y 450 en el blog. Leídos todos, hemos extraído algunas conclusiones sobre el estado del timo. Aviso al personal: ¡NO es un análisis científico del sablazo! \n\n
 Ni miramos precios, ni nos quejamos\n\n¿Miramos los españoles los precios antes de pedir?\n\n¿Tenemos en cuenta dónde nos sentamos a tomar algo?\n\n¿Esperamos encontrarnos lo precios de nuestro pueblo en un bar funky de Times Square?\n\nY si una vez sentados, tomamos la precaución de consultar los precios... ¿Nos da vergüenza dar las gracias, levantarnos y abandonar el local?\n\nCaídos en la trampa y con la cuenta ya en la mano ¿Por qué tenemos tan poca costumbre de pedir el libro de reclamaciones?\n\nTerrazas de la discordia\n\nChiringuitos, terrazas, hoteles, restaurantes, peajes, lavanderías, tiendas de recuerdos, museos, aparcamientos… Los escenarios son variados, pero se lleva la palma la hostelería, con las terrazas a la cabeza. \n\nCurioso lo de los peajes y aparcamientos, queja recurrente, sobre todo en el norte de Europa y de España, y el precio del agua en las zonas de seguridad de los aeropuertos, dónde no se puede entrar con líquidos. \n\nEspaña, Italia, Francia…\n\nVarios lectores aseguran que, por este orden, España, Italia y Francia son los reyes del sablazo al turista. La lista es más que discutible pero, desde luego, la mayor parte de las quejas recaen en estos países. \n\nTambién es cierto que, por razones obvias éstos son, probablemente, los principales destinos de los españoles. No obstante, hay lectores que apuntan al presunto carácter malandrín del latino. Pues igualmente discutible… \n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n\n
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