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Nuestro compañero Jorge nos sigue relatando sus peripecias en vacaciones, en este caso, su particular pesadilla veraniega en Florencia: el alojamiento.\n\n"Les he contado la maravillosa experiencia de conocer Florencia, de caminar sus calles, de ver la cuna del Renacimiento, pero como el Yin y Yan, todo lo bueno tiene su lado oscuro. \n\nEn este caso debo confesarles que la experiencia de alojamiento ha sido nefasta. Como un fanático de Internet, mis vacaciones familiares fueron programadas a través de la web. Así fue que llegué a Hotels.com, uno de los tantos buscadores de alojamiento que existen, y de allí caí en la portada de One World. Hicimos la reserva de dos apartamentos muy ‘monos’ que se mostraban allí, luminosos, sencillos, pero bien y a un precio muy bueno, que en total era algo superior a los 400 euros para las dos noches que pasaríamos allí.\n\n
 La primera sospecha la tuve al entrar a las oficinas donde debía recoger las llaves… tantas películas de mafiosos que he visto, el lugar daba miedo y temía que pudieran aparecer Lucky Luciano y sus pistoleros. \n\nUna larga y oscura escalera me conducía hacia una tugurial oficina de muebles desvencijados; el aire acondicionado se esforzaba por soltar una brisa caliente que no contribuía a disminuir los olores que se sentían, aquellos que jamás se forman cuando se hace limpieza, al menos cada siete días. \n\nVi a unos portugueses discutiendo con la gente del lugar en un intrincado inglés. Tras la espera, me pidieron la tarjeta de crédito, sólo para la garantía, pues todo había sido abonado con antelación de cuatro meses. Me dieron las llaves y unas sábanas que habrán sido adquiridas en Ikea… hace 3 años.\n\nEsto no fue lo peor. Los dos apartamentos reservados fueron modificados por uno solo, pero de 150 metros cuadrados, para instalarnos más cómodos los 5 adultos y los 4 niños. Fuimos al lugar… ¡Indescriptible! Si en el edificio el conserje hubiera sido una rata, no nos hubiera sorprendido. Raudamente regresamos a la tugurial oficina y reclamamos un cambio inmediato y el cumplimiento de lo que habíamos reservado online. \n\nNos llevaron a otro lugar, ya con dos apartamentos: horribles, con las bombillas quemadas, sin equipamiento, pero por lo menos limpios. Con pocas ganas aceptamos, pues ya eran las 7 de la tarde. \n\nLa sorpresa llegó días después, One World nos introdujo dos cargos adicionales, unos de 350 euros y otro de 317 euros por conceptos tales: uso del aire acondicionado (en verano con 34 grados), sábanas, toallas y servicio de limpieza. Es decir, pagamos casi 1000 euros por dos noches en unos apartamentos espantosos.\n\nLa lección llegó después, porque al echar un vistazo a las opiniones de los usuarios sobre One World y sus incumplimientos, entendí por qué discutían los portugueses en la oficina. \n\nLos reclamos no han servido, porque One World nos ha desmenuzado el coste ‘extra’ de usar agua para bañarse, encender la luz por la noche, o usar el aire acondicionado en pleno verano o que una persona limpie el apartamento cuando te has ido ya de la ciudad…"\n\n¿Te ha pasado alguna vez? Cuéntanos dónde pasó y cómo fue la experiencia.\n
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