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  • Muchos adjetivos posee Marrakech, cada uno de éllos puede dar una visión global de la ciudad en sí, pero puedo decir con objetividad, que para comprobarlos, hay que vivirla. Marrakech is divine !.\n\nDestino del glamur y de la alta decoración árabe, esta ciudad posee un embrujo que termina de absorberte completamente y te embelesa con sus calles estrechas, fachadas de tono rojizo, murallas de antaño, aglomerados zocos y sin duda, las personas que la forman y hacen de élla una ciudad única en el mundo.\n\nDe la nada, surgió una escapada a la capital cultural de Marruecos, que no gubernativa, en poco tiempo completamos todo lo que nos hacía falta para poder viajar y disfrutar de Marrakech.\n\nVarios días son suficientes para empaparte bien de la cultura del país, muchas personas alargan su estancia para aprovechar excursiones a desiertos y ciudades cercanas que muestran una cultura más ancestral de la antigua Marruecos, la cultura bereber y sus costumbres.\n\nHay muchas formas de llegar a Marruecos desde España, pero elegimos el avión por ser el medio más rápido y si cabe, más económico, ya que hoy en día hay compañías aéreas que vuelan perfectamente desde las ciudades más importantes a un bajo precio.\n\nEs aconsejable que si te alojas en los denominados riads ( Son casas palacios, normalmente pertenecientes a matrimonios franceses que la tienen destinada al turismo, acondicionada y decorada de forma islámica para hacerte sentir como en las mil y una noches ) , indicar que manden un taxi a recogerte al aeropuerto, seguramente te costará unos euros más caros, pero tu orientación lo agradecerá, ya que perderse en la medina y no encontrar una calle es más que probable que ocurra. Nosotros nos alojamos en el riad Sheba, nuevo y muy bien ubicado en calle Rmila, a 5 min de la plaza Jemma El Fna y la Koutoubia. Un personal muy agradable, un desayuno digno, y unas habitaciones limpias y confortables. Su relación calidad-precio es más que aceptable.\n\n\n\nEn Marrakech todo acaba y empieza en la plaza Jemma El Fna, desde los primeros rayos del sol abrasante de la ciudad, ya empiezan a dejarse ver todo tipo de espectáculos y personajes que quieren que te acerques a éllos para poder pedir algún dinar a cambio. Encantadores de serpientes, saltimbanquis, hombres con monos, mujeres que tatúan las manos, hasta puestos de zumos de naranjas que prácticamente pertenecen al mobiliario urbano de la ciudad, quieren alguna moneda a cambio de tomar alguna fotografía. Sin duda es el corazón de la medina y sitio imprescindible donde pasar buenos momentos observando como actúan y desarrollan su vida los artistas de la plaza. Una buena opción es comer o simplemente tomar alguna bebida en alguna terraza de los restaurantes adyacentes a élla. No es lo más barato del lugar, pero creo que poder estar observando la plaza sin ser molestado por nadie, tomando el sol de frente, bien merece la pena.\n\nComo en nuestro organismo, del corazón salen arterias que nos dan la sangre suficiente para que éste lata y se sienta vivo, en la Medina de la ciudad ocurre lo mismo. Si la plaza es su corazón, de élla salen cientos de arterias que se convierten en pequeñas y estrechas calles que dan lugar a los conocidos zocos de Marrakech. Sin duda se merecían un post aparte para éllos solos. Hay que saber donde se va, como se va y a porque se va.\n\n\n\nHago mención especial a esto último, ya que para visitar los zocos hay que estar bastante preparado y tener una mente abierta para poder disfrutar y no salir de allí con la sensación de haber pasado un mal trago innecesario. Sus moradores habituales son personas que viven de tus Euros y de las compras que realices, por éllo es fácil adivinar que harán todo lo que estén en su mano para que inviertas unos minutos en ver su tienda y productos que te ofrecen a precios desorbitados, que con un poquito de gracejo y verborrea se quedan en mucho menos, estando así, mas encajado en su precio normal. No debes preguntar precios por algo que realmente no estés interesado , la ley del regateo es fundamental, allí es el padre nuestro de todos los días, o el rezo a la llamada del muhecín, que viene más acorde al lugar, se regatea todo, y el precio bajará considerablemente dependiendo de las habilidades como negociador que cada cual posea. Merece la pena intentarlo y gastase unos euros en artículos, que a la postre servirán de recuerdos imborrables cuando estemos de vuelta.\n\nMarrakech es un ciudad de cultura e historia, la Koutoubia es el signo más emblemático, con sus más de 70 metros de altura es el punto de referencia para todos, con sólo alzar la vista podrás orientarte localizándola. El palacio de la Bahía y el Palacio Badii, son lugares de mucha historia, por éllos han pasado reyes marroquíes dejando su impronta y su sello. Del palacio de la Bahía destacar el patio de las esposas y concubinas y sus bonitos jardines. El palacio Baddi no es más que un recinto amurallado donde hay poco que ver, excepto cigüeñas, que las verás en todas las esquinas, animal sagrado éste, por representar a un musulmán rezándole a Alá.\n\nJunto a los dos palacios, las tumbas Sadiies y La Menara, conforman los otros puntos de interés de Marrakech, sinceramente hay poco que ver, dejándote un sabor de boca amargo, ya que la expectación creada es mucha, y la realidad es que no aportan ni sorprende nada. A la entrada de La Menara, se sitúan dromedarios, en los cuales puedes subir y dar una vueltecita a cambio de unos cuantos cientos de dinars. Otro punto donde montar en dromedario es La Palmerai, un camino lleno de palmeras que te lleva a un pequeño oasis muy bonito, se puede llegar a él en taxi o en las Calesas típicas situadas al lado de Jemma El Fna.\n\nLas posibilidades culinarias de la ciudad son muy amplias, hay muchos restaurantes y terrazas en la plaza donde poder comer y tomar un aperitivo, con mayor coste por supuesto. El cuscus y el tajinne son los platos más conocidos y demandados, normalmente los hay de pollo y cordero. Para los turistas menos curiosos también hay brochetas de pollo e incluso pizzas precocinadas para un desavío. Recomiendo probar los shwarmas de pollo, cordero o mixtos, de verdad que están exquisitos, acompañados por distintas salsas y guarnición de patatas fritas, nos decantamos por un establecimiento recomendado por la guía Lonely Planet que se encuentra al lado de Jemma El Fna. Una vez comidos, seguir aguantando el calor sofocante puede verse paliado por la degustación de los helados de Ice Legend, una buena heladería a precios irrisorios.\n\nTodo se transforma por la noche, la magia invade la ciudad y todo parece distinto. Contadores de cuentos, peleas de boxeo, músicos variopintos, concursos de cañas, dan sentido a la autentica vida de Marrakech, no está destinado a turistas, es la idiosincrasia de la ciudad. Los carros de comida se multiplican e invaden el cielo oscuro con los humos salientes de sus puestos que preparan comidas para la degustación del viajero. La competencia es muy fuerte y harán todo lo posible para que te sientes a cenar en los puestos de Ferrán Adriá, el hermano de Carlos Arguiñano, o el famoso español que conozcan para llamar tu atención. La comida es abundante y de calidad, ante tanta competencia, optas por sentarte en el puesto que más te atrae, es una gran elección para poder cenar a un precio bastante bajo.\n\nLos marroquíes son muy educados por lo general, la policía está por todos los rincones, y es una buena opción para preguntar si te desorientas, no es necesario contratar un guía para ver la Medina, puedes tener suerte o no, y encontrarte con alguna persona que te amargue el viaje llevándote continuamente a tiendas donde se cobrará una suculenta comisión por llevarnos, es fácil llegar a los puntos de interés de la ciudad. Los transportes internos son caóticos, debido a la conducción temeraria que poseen, aún teniendo en cuenta este aspecto, para ir a determinados lugares como La Menara, es recomendable cogerlos, pactando el importe antes de montarnos.\n\nCiudad de contrastes, Marrakech también posee su lado glamuroso, la nueva villa construida por los franceses provoca que esta ciudad posea dos caras bien distintas, las tiendas más conocidas a nivel mundial están situadas en esta zona, el nivel de vida es más alto y con éllo el incremento de sus precios. El barrio de Gueliz no tiene mucho más que la Avenida de Mohammed V, repleta de comercios, en esta larga calle se encuentra un Mc Donald, para los que necesiten comer un bocado de comida rápida típica europea.\n\nLas sensaciones y experiencias acumuladas en este viaje han sido muchas, hemos conocido un mundo distinto a nuestra realidad del día a día, te hace tener los cinco sentidos en su máxima plenitud, no pasará desapercibido nada ya que no es un ciudad de términos medios, o te encanta o te desilusiona, pero para sentirlo, hay que venir y comprobarlo por ti mismo. Marrakech is divine !.\n\nÁlvaro Goncé
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  • 2009-04-03 11:28:45
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  • Escapada a la ciudad roja de Marrakech
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