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    Si hiciéramos caso de las estadísticas, podríamos asegurar que lo que nos tocó vivir en aquel vuelo FR9685 desde el aeropuerto de Roma Ciampino hasta Madrid fue una remota posibilidad entre varios millones de posibilidades… Una especie de euromillón pero en secano… Una lotería, la tabla completa del bingo, la più grande cesta navideña de el corte inglés o incluso el famoso perro piloto… Una posibilidad entre varios millones de posibilidades… Y nos tocó. Allí estaba el protagonista de esta historia, sentado junto a la ventanilla, concentrado en el movimiento creciente de aquel motor, tan tranquilo, tan normal, un joven como cualquier otro que esperaba el momento del despegue con los auriculares puestos…\n\n \n\n

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    Cuando entramos en el avión, todos los asientos de tres estaban ya ocupados al menos por una persona, y aunque avanzamos hasta casi la mitad, nos detuvimos justo allí, en aquel lugar exacto del avión… Bloody y Benno se sentaron junto a aquel chaval de unos treinta y pocos, alto y de complexión fuerte, como refugiado en su música. Llevaba el pelo rizado en una larga coleta y vestía vaqueros, camiseta de rayas y zapatillas converse. \n\n \n\n

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    El vuelo comenzaba tranquilo… Interrumpidos por el pasillo y el frecuente paso de las azafatas, charlábamos sobre el viaje, sobre todo lo que nos había sucedido en Pisa, Florencia, Roma… Y para no olvidar ningún detalle, saqué mi libreta de papel reciclado para anotar cada momento vivido, las anécdotas increíbles de nuestros mejores instantes italianos… “El accidente de la moto y la signora… jeje, el Chianti, la nieve… ¡qué mágico fue el momento de la nieve! sí, tampoco se nos puede olvidar el bar más chic de Florencia! Jajaja”\n\n \n\n

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    Cuando ya llevábamos un ratito en el aire… (es decir, a 4000 metros de altura, atravesando el mar Mediterráneo sin amarres y sin un puñetero flotador…) el joven empezó a moverse de un modo un tanto enérgico… Parecía que le apasionaba la música que escuchaba… Oh sí… Literalmente se dejaba llevar… dándose golpes en la pierna, marcando el ritmo con los pies, chasqueando los dedos y agitando su cabeza con los ojos cerrados como si un motorcillo le diera cuerda al cuello… Hacía ritmos con su cuerpo como si fuera un hombre-orquesta… Y todo eso apretujado en el asiento de un avión… Impresionante… Arrastrados por el ímpetu de sus apasionados ritmos, Bloody, Benno y yo nos pusimos a recordar las famosas coreografías setenteras… J (Cintas doradas, hombreras, pantalones ajustados de campana, pelos escardaos donde podrían anidar cigüeñas…oooh yeeaaah…) Mientras tanto el chaval seguía con sus ritmos, ajeno a nuestra fiebre de jueves mañana… \n\n \n\n

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    Pero de pronto, un movimiento del chaval nos interrumpe: quiere salir. Y por el nerviosismo de sus movimientos parecía que tuviera una “alerta amarilla”… Bloody y Benno se levantan, le abren paso, el chaval coge una mochila negra del compartimiento, sale disparado al baño, Bloody y Benno se sientan…-tic tac tic tac tic tac- Bloody y Benno se levantan, el chaval guarda la mochila negra, se sienta, Bloody y Benno se sientan… (5 minutos) Bloody y Benno se levantan y le dejan paso, el chaval coge la mochila negra, va al baño, Bloody y Benno se sientan, se levantan, el chico se sienta, los bombones vuelven a sentarse… (5 minutos) Se levantan, le abren paso… Hmmm… Cosa rara…. Pensé dos cosas: o el pobre chaval necesita una sonda o está escuchando a Teresa Rabal… Bah… no le di mucha importancia… Aunque todavía no me había dado cuenta de que cada vez el chaval regresaba con el paso menos firme, con la sonrisa más abierta y los ojos más brillantes… \n\n \n\n

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    Y me puse a dibujar. Estaba tan concentrada en mis pensamientos que apenas le escuché…\n\n \n\n

    - Maaarrríiiiaaaaa… - Me parecía haber escuchado la primera parte de mi nombre como a cámara lenta, marcando cada vocal, cada consonante, como si fuera la Dory hablando en balleno… -JJJJJooooséeee… Marrría JJJosé… \n\n \n\n

    El chaval ya no hacía sus ritmos, había regresado varias veces del baño, y al parecer, llevaba unos minutos conversando con los bombones, que se reían a gusto con el italiano, cuya voz cavernosa mascullaba las palabras que salían a borbotones por su boca, grande como un buzón. \n\n \n\n

    - Sí, hola… soy yo. Soy Marría… \n\n \n\n

    - Io sono Nicola… Io vuolo facere un disenno… síiii, un diseenoo…- me decía mientras me extendía sus brazos.\n\n \n\n

    -¿Qué? ¿La libreta?\n\n \n\n

    - Sí, sí, dásela, que quiere hacer un dibujo- me tradujo nuestro “supernacho”. \n\n \n\n

    - Ah, vale, toma… \n\n \n\n

    Bueno… Menudas risas nos echamos… Para empezar, Nicola hizo un autorretrato… “IIIIooo sono mooooolto sensible…”, nos aseguraba… A cada trazo le seguía una explicación a cuál más alucinante e irrisoria, desatando verdaderas CARCAJADAS… Que si la “jaaaamba larga…”, los dedos, fijándose en cada detalle para hacer un “diseno” minimalista donde había una interconexión, es decir, nuestros pies y manos conectaban para hacer una especie de cuadro en equilibrio, algo así como una de esas pirámides imposibles de esquí acuático, sólo que de a cuatro y en secano… Nicola dibujó una mini máchina “piccola, piccola” y le pidió a Benno que dibujara una “moooto píccola, piccola…” Bueno… una obra maestra indescriptible… Juzgad, juzgad por vosotros mismos… \n\n \n\n

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    A Bloody le agarró la cara con las dos manos (como en el grito de Munch) y le dijo “eeeres una serpieeeenteee”… Y Benno era un atún!! Tras devolverme la libreta, Nicola volvió a rendirse a su ritual y se levantó para ir al baño, sólo que esta vez la lucecita de “prohibido desatarse el cinturón” estaba encendida a causa de las turbulencias… Caso omiso… De pronto la voz metálica de una de las azafatas resonaba en todo el avión y algunas cabezas se volvieron para saber qué estaba sucediendo… “Rogamos a los señores pasajeros que permanezcan sentados y con el cinturón de seguridad abrochado…” Por suerte la lucecita volvió a apagarse y Nicola pudo ir al baño, aunque al regresar ya era claramente perceptible la fuerte pestilencia a alcohol… Sus retinas parecían derretirse y a duras penas mantenía el equilibrio… Esta vez, a petición de los Bombones, se sentó en el lado del pasillo, para no hacer la coreografía de Teresa Rabal cada vez que quisiera ir al baño… Era evidente que no tenía ningún problema de incontinencia urinaria, sino que cada vez que iba al baño se pegaba una tragantada de alcohol… Se le veía ya bastante borracho, pero aún podía controlarse… Empezó a cantar y todo el avión giraba sus cabezas como pollos nerviosos… Al tranquilizarse volvió a pedirme la libreta para otro de sus “disenos”… \n\n \n\n

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    Quien me conoce bien sabe que soy una persona tranquila, poco dada a ser el centro de atención, de ésas que se sientan al final en todos los auditorios. Pero cuando hay algo con lo que no estoy de acuerdo, algo injusto, algo que pueda molestarme a mí o a quienes me rodean, cualquier actitud abusiva o mezquina, entonces sale de mí un carácter un tanto fuerte, me crezco como un tiranosaurus rex, dientes incluidos, y ay de aquél o de aquélla que haya osado levantarme un dedo… Luego vuelvo a mi estado original, tan tranquila y tan marmota, y los demás se me quedan mirando un rato sin pestañear, con los ojos abiertos como platos… ¿Mariajo… eres tú? [¿vienes a por mí…?¿quién te envía? (jajaja! :)]\n\n \n\n

    Sí… Ésa también soy yo. Por eso, cuando Nicola empezó a pintar rayazos como un poseso e intentó arrancar las hojas de mi cuaderno, el mismo cuaderno en el que tenía escritas tantas vivencias, dedicatorias de amigos de todas partes, una especie de cuaderno para todo lleno de detalles de mi vida personal… me cabreé… Y no le di pie a que terminara de romper ni la primera hoja, en la que Nicola había trazado las líneas curvas de un corazón que al momento acribillaba a golpe de rayazo… Agarré el cuaderno para intentar arrebatárselo, pero él tiraba fuerte. Volví a tirar y por fin lo tuve entre mis manos, y le solté, cabreada, que no podía romperlo, que no era suyo… \n\n \n\n

    - You can’t break this!! It’s not yours!!\n\n \n\n

    Acto seguido miré a Bloody y Benno, inmóviles como estatuas… \n\n \n\n

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    Pero de pronto Nicola se llevó las manos a las orejas mientras agachaba la cabeza y comenzaba a gritar… “ahhh!!! La presión!! la presión!!” Sus gritos cabalgaban por todo el avión… Se sacudía nerviosamente, agitaba los brazos, volvía a gritar… Se tranquilizó, aunque jamás se quedaba quieto. Acarició la calva del pasajero que estaba sentado justo delante de él y extendía sus brazos por todas partes, a todo lo que estaba al alcance desde su asiento. Y al estar yo en el contiguo, a pesar del pasillo, pues como que no era muy agradable tener que estar esquivando manotazos… Me puso nerviosa, a lo que Benno, que observaba todo con cierta inquietud, reaccionó sujetándole los brazos como si estuviera dándole un abrazo… Nicola comenzó a llorar… Por lo que luego nos contó, Benno le decía que no se preocupara, que todo saldría bien, a lo que Nicola respondía que era por su culpa, que era por su culpa… (una culpa que nada tenía que ver con lo sucedido en el avión, sino con otro episodio mucho más íntimo de su vida…) Los pasajeros de alrededor comenzaron a llamar a las azafatas, a protestar por la actitud del pasajero, y éstas le advirtieron de que si no se tranquilizaba se verían obligadas a tomar medidas…\n\n \n\n

    - Haced lo que queráis…- les respondía Nicola en un italiano quejumbroso.\n\n \n\n

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    Todo parecía volver a la calma… Pero tras unos minutos de extraño silencio, Nicola volvía a abrir el compartimiento para buscar su mochila negra… Al regresar del baño sucedió lo inevitable: con la borrachera a cuestas había dejado la mochila abierta, y todo su contenido se vació sobre el pasillo… Y entonces vimos la fuente de su embriaguez: una botella de grappa casi vacía, un licor de 40% bebido a palo seco, en una hora, a 4000 metros de altura… Las azafatas se arremolinaron y le pidieron que por favor lo recogiera todo (la botella, un libro, canicas, pañuelos, bolígrafos, algunas medicinas, unas gafas de sol…) Nicola se negaba… Las azafatas insistían… Nicola se negaba… Las azafatas le amenazaron con llamar a la policía…\n\n \n\n

    - ¡Llama! ¡Llama a la polizía, llama a la puta polizía! \n\n \n\n

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    Una niña comenzó a llorar asustada. Las azafatas volvieron a insistirle… Finalmente Nicola se puso a recoger, al mismo tiempo que escupía… Y todo volvió a su mochila negra, excepto algunas canicas que rodaron y la botella de grappa que seguía tendida en el suelo, a los pies de Benno… El piloto anunciaba el aterrizaje del avión. Todos los pasajeros volvimos a abrocharnos los cinturones, y los santos volvieron a tener trabajo extra. \n\n \n\n

    Ya en tierra, los pasajeros esperábamos la llegada de la policía... que nunca vino. Nicola seguía tranquilo, aunque no paraba de hablar ni de decir cosas… Un italiano pequeño y valentón pero guaperas le retó para salir y “hablar con tranquilidad”… Pero Nicola iba a lo suyo, y el duelo entre el musculitos y el grappero no tuvo lugar, por suerte… \n\n \n\n

    Al salir del avión todavía seguía dándole vueltas a esta historia de Nicola y la grappa… No volvimos a verle.\n\n \n\n


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    La vida es tremendamente difícil en numerosísimas ocasiones, y para muchos el alcohol acaba convirtiéndose en un refugio mezquino y traicionero… El alcohol va llenando el cuerpo a medida que va vaciando el alma… Y por unos momentos el cuerpo parece flotar en un vacío espeso, y el mundo se contempla como a través de un vidrio esmerilado. \n\n \n\n

    Nicola me hizo recordar a un antiguo alumno, una bellísima persona de gran talento y corazón a quien intenté ayudar pero no del modo en que él quería que le ayudase. Y es que hay palabras que nacen siendo rosas y se clavan como dardos...\n\n \n\n

    Estoy convencida de que el 95% de las soluciones a nuestros problemas está en nosotros mismos, al igual que la invención de la soledad es una forma de crearse una barrera frente al mundo. Llegar a esta certeza no es fácil, pero es la pura verdad. Si fuéramos conscientes de que nosotros mismos somos los máximos responsables de nuestra propia felicidad, quizás nos daríamos cuenta de que tenemos en nuestras propias manos un martillo capaz de destruir todos los muros, incluso aquellos que parecen indestructibles precisamente porque no están hechos de piedra, sino de miedos. \n\n \n\n


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    Volví de mis pensamientos… Madrid… Aeropuerto de Barajas. Caminábamos en dirección a la sala de recogida de equipajes, con el corazón encogido al hablar de Nicola… Bloody, Benno y yo coincidíamos en que era una pena, que parecía un chico estupendo, lleno de vida, que de seguro su historia tenía un oscuro trasfondo… ¿Qué le habría podido suceder para reaccionar de ese modo? Llegamos a pensar que quizás bebía para esquivar el miedo a los aviones… Pero al momento nos pareció una razón que se quedaba corta… Y nos acordamos de ese “es culpa mía, es culpa mía…” del abrazo-retención de Benno… Y en esto que Benno, nos lanza media sonrisa…\n\n \n\n

    - Mirad, yo también me llevo un recuerdo de Nicola… \n\n \n\n

    Bueno… Increíble… Parece que a Benno le gustó aquello de tener el brazo largo para arreglarnos unos vasillos de plástico para el Chianti, allá en Siena y repitió experiencia… Esta vez llevaba en sus manos un jersey o una chaqueta medio arrugada y al abrirla un poquito vimos escondida…\n\n \n\n

    - ¡Ah! La botella de Grappa! \n\n \n\n

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    Eso es… Menudo souvenir, ¿verdad? Ahora creo que descansa en su vitrina de trofeos…\n\n \n\n


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    En fin, una remota posibilidad entre varios millones de posibilidades la de vivir esta experiencia a 4000 metros de altura mientras sobrevolábamos las tranquilas aguas del mar Mediterráneo… Y es que la vida siempre nos sorprende ofreciéndonos insólitos paralelismos, increíbles experiencias que aunque puedan ser un poco desagradables, quizás estén ahí precisamente para agarrarnos a ella, porque la vida, como un avión, una vez que ha despegado ya no hay vuelta atrás… Sólo nos queda observar el aire que crece bajo nuestros pies y nos aleja de la tierra, agarrarnos al amor y vivir con la confianza y la certeza de que, a pesar de las turbulencias, merece la pena disfrutar de este hermoso paseo entre las nubes... \n\n \n\n

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    Un abrazo muy fuerte a todos… :)\n\n \n\n

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  • 2008-05-08 17:47:59
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  • Aterriza como puedas... o un paseo entre las nubes...
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