LACOMUNIDAD.ELPAIS.COM_FCATUS_2010_11_24_LA-RUTA-LA-SEDA-TRAMO-1-BARCELONA-MAIQUETIA

Martes 9 de Mayo\n\n1:36 PM – Ya vengo, voy a China y regreso – deslicé suavemente mientras me levantaba de la mesa donde compartí con mi familia un almuerzo sencillo pero amoroso, en la celebración de los primeros 20 años en feliz existencia marital. Laurita, nuestra hija menor, celebró la gracia con la que su padre rompía el dilema del momento y partí dispuesto a cerrar la brecha que hace casi tantos años iniciara cuando llegué como turista a Venecia, en unión de mi recién desposada Loly.\n\nQuién diría que me encontraría con las pisadas del mismo Marco Polo, tanto en su hogar como en el lugar de sus aventuras lejanas por la ruta de la seda.\n\nA pesar de lo largo y extenso que se prevé el viaje, mi condición de aventurero me permite empacar todo en apenas dos lotes, uno para el bolso negro de viaje, el cual a la fecha ha acumulado unas 100.000 millas o más, entre Houston y Lechería y el otro para un flamante morral de explorador con brillo de estreno, cuya falta de experiencia no le resta atributos a la hora de guardar mucho de lo que necesito, incluso, documentos de trabajo que usaré al llegar a mi destino, en compartimientos que aún descubro cada vez que lo abordo. La labor de empacar ha sido tan eficiente, gracias a la experiencia acumulada, que entre ambos bultos debo llevar unos 30 o más kilos encima, de modo que parte del viaje estará dedicado a Cuasimodo, o a su recuerdo, gracias a la joroba que seguramente brotará de algún lado entre la paleta y el hombro que más aguante la travesía. Si me viera Victor Hugo!,\n\nDejo atrás medio cupón dedicado a conformar una vida de acuerdo a lo que se conoce como normal, mientras armaba tienda aparte por 20 años. En esta introspección, espero ubicar el sentido al próximo medio cupón, más allá que envejecer junto a mi familia, para trascender hacia lo que tenga sentido en esta próxima generación con la que me tocará vivir, o en palabras de mi Alma Máter, para elevad hacia el alma la vida.\n\nMe siento como de 15 años antes de la primera excursión al Avila, donde ascendí tantas y tan diversas veces para deleitarme con la vista que desde Loma del Viento en adelante se disfrutaba de una ciudad que se fue para siempre.\n\nSumergido en mis recuerdos llego al Aeropuerto, para encontrarme con el desdén del personal de tierra de la aerolínea que me llevará a Caracas, con lo cual doy inicio a este periplo, sin más esperanza que conocer un mundo diferente al otro lado del mismo globo.\n\n5:30 PM – Llegué a la habitación 5101 del Hotel Eurobuilding Express en Maiquetía, o lo que queda de ella.\n\nInicié este diario de viaje hace ya algunos meses, pero debido a las indecisiones para emprenderlo bajo las autorizaciones debidas, suspendí ese ejercicio hasta que me encontrara embarcado, tal y como es el caso en este momento. Tomé esta actitud a consecuencia de mi gran viaje anterior, cuando me expatriaron a Londres en el verano del año 1986 pero luego de un infinito peregrinar entre los devaneos organizacionales, que cauterizaron mi ingenuidad en asuntos de viajes pagados por otros.\n\n