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  • A que viene el cartero
    \n\nEste mundo congelado que me rodea representa el lugar más cálido del mundo, porque tiene todo lo que necesito para ser feliz en unión de mi familia, mis perros y mi igloo, ni la peor tormenta glacial ni el invierno de 6 meses en la oscuridad logran apagar mi alegría de vivir, gracias a un carácter tan templado como el hielo que cortamos para pescar en el casquete polar.\n\nMis tradiciones cantan la historia del pasaje que cruzamos, antes que lo nombraran por un tal Bering a quien guiamos de la mano y nunca nos dio crédito por lo que él consideró una hazaña, pero que nosotros conocíamos desde que nos mudábamos cada temporada en pos de la comida, sea en las estepas caucásicas como en las polares según soplaba la nieve.\n\nLa vida nos llevaba de verdes praderas a blancas planicies heladas, pero igual seguíamos la tradición de nómadas donde la caza y la pesca abundante era un obstáculo a nuestra hambre, mientras que la construcción no era ningún problema excepto al gotear al mediodía cuando había sol.\n\nEsto me lleva a hablar de mi segunda ocupación favorita, como lo es la construcción. Soy el maestro de obras de mi tribu Inuit, al igual que lo ha sido mi línea familiar desde los más primitivos caucásicos hasta este individuo de nuestra especie.\n\nConstruir un igloo tiene su arte, especialmente porque se basa en la paciencia necesaria a lo largo de todo el proceso, desde el mismo momento de delinear el perímetro de la semi esfera bajo la cual nos cobijaremos entre todos.\n\nEsta delineación se realiza en una superficie preferiblemente plana, lejos de la costa, sin grietas visibles a su alrededor y que no obstruya el paso de los osos, las morsas o los elefantes marinos; las focas no son molestia, excepto cuando marcan su territorio mediante deposiciones congeladas o cubitos de excretas líquidas.\n\nEs de hacer notar que la construcción no incluye ventanas, porque el paisaje es siempre igual de todos modos así que no usamos el vidrio, y la orientación de la entrada es opuesta a la dirección del viento. Ni se les ocurra alinear la boca del igloo hacia el viento, porque el hielo les va a salir de sus oídos ¡.\n\nLuego nos preparamos para la erección de las paredes, aunque debería utilizar la palabra en singular porque nuestras casas tienen una sola pared que se desarrolla en forma concéntrica y ascendente hasta el tope. Ladrillo a ladrillo, se van cortando los bloques con una herramienta muy peculiar y que ha subsistido por largo tiempo a toda la tecnología actual, le llamamos el corta ladrillo y es igualito a un serrucho. Cada corte debe resolver el contorno interno y externo de la habitación, desde su primera capa, la cual considera el llamado dintel de la puerta, con una altura suficiente para pasar agachado, incluso a las mujeres preñadas. No hay nada peor que una suegra insultándote con su hija porque no pueda entrar para parir en su propio cuarto, jamás he oído cosas tan gélidas ¡.\n\nEn cuanto las camadas de bloques van creciendo, éstos se van apoyando entre ellos para resolver lo que los ingenieros llaman el arco autoportante, por lo cual tampoco nos dieron crédito al momento de inventar el domo, por parte de un tal Bruneleschi.\n\nLo cierto es que la maduración del hielo, por la acción de la ventisca y la noche, solidifica cada una de las capas echadas durante el día, de modo que cualquier error se queda congelado y será su cabeza cuando golpee los salientes internos, la que se encargue de rebajar sus distracciones constructivas. Más de un chichón me he ganado por tal motivo.\n\nLa altura de la casa siempre es objeto de discusión por parte de los expertos y más aún por parte de nuestras mujeres. Sus quejas desde los tiempos de la última glaciación son siempre acerca de donde colgar los cuadros, o cómo colocar el mueble heredado de su madre, o peor aún, donde tender la ropa?. Nunca se tendrá espacio suficiente para las necesidades de los miembros de la tribu en una bóveda, a menos que se erija como el Poliedro de Caracas.\n\nLo cierto es que nuestra vida es cálida y en armonía con el ambiente. En lugar de depender exclusivamente de una hoguera, nada supera nuestra fuente energética, la cual es renovable, eterna y contagiosa; el amor de familia.\n\n
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  • 2010-07-27 11:05:01
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