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  • Zheng The se encuentra triste en la torre de mando, al frente de la magnífica flota destinada a traerle el mundo al Emperador. Nadie sabe las razones de su profunda congoja, pero pronto se contagiaría al resto de toda la tripulación. La cubierta ameritaba más limpieza de lo normal, las lágrimas la hacían resbalosa.\n\nCon dicho sentimiento entre mástil y mástil, navegaron por todos los mares conocidos y los no conocidos también, tocaron puertos que desaparecían apenas zarpaban y conocieron los colores de las caras de sus vecinos, medio universo más allá.\n\nSe sentaron frente a un condumio que no lograban describir porque lo olvidaron con el último bocado, cazaron animales imposibles de concebir y bailaron danzas cuyo premio era la muerte. Una jornada que los apartó de su mundo conocido, durante la cual fueron poblando edenes, como si no hubiera otros esperándoles. Pero el Almirante sólo dedicaba sus recuerdos al harén.\n\nEl viento apartaba de esa frente amplia y atribulada, pensamientos que volvían empeñados en nublar el horizonte, donde no aparecía ni una nube. Hay sombras que aparecen incluso durante la noche. Por jornadas enteras se instalaba en su camarote, donde hacía vida inmutable, mientras las faenas de a bordo trataban de seguir con normalidad. Pequeña tarea para el segundo hombre a cargo, quien no entendía las causas del terrible hundimiento de su gran Capitán.\n\nSu mente se encontraba encallada en ese mar de tul, con costas de muaré y arrecifes de algodón, embriagado con el aroma de esencias exóticas pendientes de descubrir. Los velos revolotean a su alrededor, mientras las caricias de la seda le hacen soñar con organza y piqué, entre gasa y muselina estampada con aves, que parten cuando menos se lo espera.\n\nDesde las alfombras, hasta las cortinas y los tocados que penden del techo, la belleza del recinto es insoportable, tanto por la presencia núbil, como por esa decoración capaz de inducir lo imposible, en las mentes de quienes se enteran de su existencia. Se conoce de personas capaces de ofrecerse voluntariamente como guardias del local – sin garantía de ser aceptado. La promesa no escrita de una vida bajo esas circunstancias, bien merecía pagar el precio establecido.\n\nRecuerda que fue capturado al Oeste de Xijian, donde se batió ferozmente contra los guerreros de azul. Su indomable determinación le mereció la vida en medio de una mortandad total. Le vendaron los ojos, y echándolo como carga transitó hasta Beijing durante no sabe cuántos días. Si dormía o soñaba le era igual, y entre tantos hombres como se necesitaba para levantarlo por su extraordinaria corpulencia, le llevaron frente al Emperador.\n\nRodeado de su numerosa corte, entre platos interminables de las tres mesas que le honraban cada día, el monarca apenas elevó una ceja para dispensar la vida al prisionero. Algo le tenían destinado. De vuelta a su celda, los guardias tenían una curiosa expresión combinada de envidia y de lástima, mientras forcejeaban para controlar su furia intacta, a pesar de las ataduras.\n\nZhen The despertó sin ataduras, pero dopado. Entre nubes de jazmín, con aromas de opio, apenas logró incorporarse. Las risas tímidas de las jóvenes a su alrededor aumentaron la confusión, igual que esa curiosa expresión combinada en sus caras. Ya la había visto en sus carceleros.\n\nLa encargada se hizo presente, inclinándose ante la figura imponente del guerrero aún aturdido, y sin verlo a los ojos le informó;\n\n-Bienvenido al Harén Imperial, eres el nuevo guardia de la puerta a la alcoba del Emperador. Gran honor ¡\n\nApenas logró pedirle que le indicara la dirección al baño. La misma curiosa expresión apareció también en esa cara de porcelana. De la manga del traje salió una mano diminuta, señalando hacia el fondo de la recámara. Todas salieron de inmediato tras a la anciana, con sus pasos que no tocan la alfombra. No habían llegado a la fuente de agua de rosas, cuando un grito gigantesco desgarró la tranquilidad del lugar.\n\n-Es el nuevo Eunuco – le explicaron a la favorita del Emperador, quién mirando hacia el techo apuró otro Lichi, dejándolo caer de sus largas uñas de nácar hacia su boca pintada de coral.\n\n
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  • 2010-08-12 00:57:43
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