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 Despues de comer, decidí que iba a tener mis veinte minutos diarios de gloria que me permiten mantenerme despierto, hasta altas horas......\n\nAl despertar se me ocurrió llevarme a mis chicos de viaje, aunque primero les pregunté si se querían venir, a lo cual Tom ni respondió, simplemente se subió al coche, ya que es el quien primero tiene que subir, porque sino Dona no le deja sitio espacio para colocar su amplio cuerpo.\n\nDona tomó carrerilla para impulsarse y saltar al maletero al estilo Fosgury, es decir afrontando la "barra" desde la diagonal y luego rotando su cuerpo para caer a los pies de Tom, el cual la mira con indiferencia, a pesar de que el salto no es mas alla de cincuenta centimetros de altura, pero ella ha decidido que así sube mejor.\n\nComo disponía de todo el tiempo del mundo se me ocurrió hacer un viaje a ninguna parte, a donde el coche nos llevara.\n\nNos dirijimos a la autovía. Una vez incorporado a ella me di cuenta de que los chicos no llevaban reja de separación entre el asiento posterior y el maletero. Miré por el espejo retrovisor donde estaban y me los encontré tumbados en el asiento trasero. ¡Hoy, querían estar con su "jefe" \n\nAl cabo de unos minutos Tom saltó por encima de Dona y se colocó en el asiento delantero, a mi lado, por lo cual paré el coche en el arcén, le coloqué una especie de bozal, para evitar problemas con los picoletos, el cinturón de seguridad, y una correa que tiene un enganche especial que se fija a uno de los anclajes de cinturón que quedan libres. \n\nEn ningún momento pensé en lo que podría ocurrír si me pararan los picoletos. Sin embargo lo que pensaba que no sucedería sucedió. Me indicaron que detuviese el coche en el arcén.\n\nEn principio el guardia hizo ademán de pedirme la documentación. Sin embargo sus palabras se quedaron en "pooooooor faaaavo....r" al ver a aquella cosa parecida a una "bola de pelo blanco", con cara extraña, cuatro patas y perfectamente sentado en el asiento delantero derecho,cumpliendo perfectamente las normas establecidas por el Código de Circulación. \n\nA continuación miró hacia el asiento trasero y vió algo similar a lo del asiento delantero, pero con la peculiaridad de que Dona iba tirada a lo largo del asiento.\n\nCuando menos la situación se tornó embarazosa tanto para el guardia como para mí. Ni Tom ni Dona decían nada, cosa rara porque a Dona si le paras el coche, aunque sea porque te ha obligado un picolo, ella te monta un "pollo" de padre y muy señor mío, sin embargo a Tom le da igual lo que pase.\n\nEl guarida no sabía que hacer, de entrada creo que pensaba que había tenido una alucinación, y para resolver la duda llamó a su compañero de patrulla.\n\nEra un guardia alto, delgado, que aparentaba tener aproximadamente cuarenta años. Parecía muy curtido en su trabajo, con experiencia.\n\nAl llegar a la altura de su compañero y ver el cuadro, lo único que se le ocurrió fue decirle a su compañero: Y, ¿para esto me llamas?, acto seguido este comenzó a reirse de forma compulsiva, que le impedía mantener las mas mínimas normas de comportamiento que su uniforme le exigia.\n\nA su compañero lo único que se le ocurrió fue decir:\n\nPuede seguir.\n\nCuando me dijo eso pensé que no habría infringido ninguna norma social ni ningún código de la circulación ni programa de carnet por puntos ni nada que se le parezca\n\nSaludos\n\n\n\n
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