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 "Lo esencial es estar bien consigo mismo" \n\nVoltaire.\n\nDe nuevo cogemos nuestras motos y nos dirigimos premeditadamente hacia Samos. 38 Km. nos separtan del destino. Ligeras subidas hacen que nuestra marcha se vea a veces ralentizada, pero no tenemos prisa, nuestro objetivo está en llegar con tranquilidad a la meta prefijada. La llegada al pueblo de Samos es digna de ver; se trata de una bajada al valle que baña el río Sarria, un río de aguas cristalinas que bajan con fuerza que atraviesan la villa y bordean el monasterio benedictino produciendo el rumor de las mismas una sensación de paz y tranquilidad inigualable. Aparcamos enfrente del cenobio y nos dirigimos a ver la capilla del Salvador, más conocida por "la capilla del ciprés" por el milenario árbol de esta especie que hay en su entrada y que es el monumento más antiguo de la villa. La diminuta capilla, de piedra al aire en perfecto estado de conservación, es de origen prerrománico (S. IX), catalogada como mozárabe, está enclavada en medio de una verde y fresca arboleda a orillas del río el cual está circundado por un tranquilo paseo que invita a ser recorrido. Una suave brisa templa el calor de la tarde y los trinos de los pájaros ponen música al paisaje. Después de disfrutar de este entorno nos adentramos en la impresionante iglesia de la abadía con tanta fortuna que llegamos a tiempo de escuchar el canto gregoriano entonado por los monjes y el delicado acompañamiento de las notas musicales del órgano magistralmente tocado. Perfecta conjunción para sentir la paz espiritual tan necesaria y recomendable. Por unos momentos el tiempo parece detenerse; uno no piensa en nada simplemente se deja envolver por lo que allí escucha.\n\n\n* Samos procede de "Sámanos" y según el padre Sarmiento es una voz gótica o sueva que hace referencia al lugar habitado por una comunidad religiosa. El gentilicio es "samonenses".\n\n*El monasterio es tal vez el más importante de España dentro de la comunidad benedictina. Sus proporciones son inmensas. Posee dos espléndidos claustros: el del padre Feijoo, el más grande, y el de las Nereidas, ambos se comunican.
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