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 "Al final, no nos acordaremos tanto de las palabras de nuestros enemigos, sino de los silencios de nuestros amigos"\n\nMartin Luther King.\n\nPara Jesús. \n\nHacía tiempo que no acudíamos en moto a San Martín de Ombreiro. Es un precioso pueblecito situado a orillas del Miño, muy frecuentado por el que quiere disfrutar de una apacible tarde y relajarse con el paisaje y el discurrir de las frescas aguas fluviales. La carretera que nos conduce allí es para disfrutarla. Así que ayer decidimos acercarnos en moto y hacer, de paso, la obligada parada en el bar de Jesús con quien entablamos amistad desde la primera vez que allí acudimos. \nSu bar es una casa de comidas afamada por ofrecer al cliente buena cocina casera a precio económico. La terraza invita a tomar una cerveza fresca y la consabida tapa de calamares, buen queso o exquisito embutido. Sabedor de nuestros gustos Jesús ya no nos pregunta y nos sirve lo de siempre. Mientras permanecemos sentados aprovechamos para disfrutar del verde de los campos y del frescor que emana la hierba. Ayer, cuando salimos, el sol estaba bajo y filtraba su luz entre los árboles y una suave brisa acariciaba nuestros brazos. No tardamos en divisar las aguas del Miño y su preciosa ribera. Hasta aquí todo transcurría como era de esperar, como siempre, hasta que llegamos a la puerta del bar y la vimos cerrada, fue entonces cuando aparqué la moto y me acerqué para ver lo que aquel letrero decía y pude leer: cerrado por defunción. No sabíamos quien había fallecido en aquella casa pero, en seguida, un vecino nos indicó que fuera Jesús el que la noche anterior nos había dejado. La tristeza nos dejó mudos unos instantes y al cabo de un rato decidimos regresar. El sol todavía no se había ocultado, las hojas de los árboles permanecían inmóviles, todo en perfecta armonía, sin embargo nuestros pensamientos estaban dedicados a Jesús. Nos costaba hacernos a la idea de que ya no volveríamos a verlo, de que no disfrutaríamos más de su compañía, de que no nos volvería a servir las cañas ni ofrecer las tapas que él sabía que nos gustaban. Ahora pasarán tal vez unos días en que no nos acercaremos a San Martín de Ombreiro, pero sé que volveremos, y que iremos de nuevo al bar de Jesús y que lo recordaremos, y sabemos, también, que a él le gustará que así sea.\n\n* En la foto, el Miño a su paso por San Martín de Ombreiro.\n
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