LACOMUNIDAD.ELPAIS.COM_GLORIAINFINITA_2010_9_27_LA-PUERTA-DEL-DESIERTO

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Así llaman a la ciudad de Douz, o ‘el velo tras el que se ocultan las maravillas del sur’, como dice la Loly.\n\n

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Desde las afueras del palmeral empieza a vislumbrarse la magia del Gran Erg Oriental, una inmensa puerta que se abre hacia el enigmático Sahara.\n\n

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Puesto que la economía de la zona depende en gran parte del turismo es inevitable, por muchos esfuerzos que hagas, el tropezarte con un ‘hombre del desierto’ que intentará guiarte a donde estás yendo, aunque camine tras de ti.\n\n\n

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Un tanto fastidiada, en principio, pues el pelmazo la había tomado conmigo y, por momentos, conseguía confundirme, ya no sabía si estaba tratando con un hombre del desierto o con un rumboso caribeño. Hasta consiguió hacerse con mi cámara, para inmortalizar mi intento de poner arena de por medio, supongo, aunque no de mi bolsa, que incordia lo suyo, pero mi bolsa la llevo yo ¡vamos!.\n\n

Durante cuatro días fue mi sombra para mayor chanza y disfrute de mis amigos que hacían apuestas sobre las posibilidades de triunfo de aquel donjuan de pacotilla.\n\n\n

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Sin embargo, el desierto tiene el poder de llenarme de calma, de agrandarme la paciencia y de ayudarme a percibir a la Gran Madre, la Pachamama, cerca, como si me abrazara, aún a pesar de los pedantes susurros del plasta ‘enamorado’.\n\n

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Subir a la duna y contemplar la puesta del sol, viajarme por dentro comprobando los cambios que el viaje del vivir ha ido realizando y sentir que nada importa tanto como esperar hasta ver la subida del otro astro, la luna, en su quinto día del ramadán, ella, tan hermosa como estaba en otros momentos allí vividos, yo, diferente, distinta y más sana... o eso me parece. Y recordando también a quienes un día me acompañaron en ese lugar pero disueltos, casi anónimos, como si fueran uno sólo, confundidos en perfecta armonía con la fina arena del desierto.\n\n

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La inmensidad, la belleza, el silencio, la paz, de la mano de la vida que surge rápida ante la mínima humedad, dejan de ser conceptos y se convierten en realidad palpable. Me pareció percibir que se habían detenido definitivamente esas vueltas en círculo con las que durante tanto tiempo se me enredaron los pensamientos y las emociones.\n

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Y el hechizo de ese mar de dunas se filtró por los poros de mi piel con más suavidad que nunca y soñé, soñé con quedarme y convertirme en ‘una mujer del desierto’. \n\n

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