LACOMUNIDAD.ELPAIS.COM_GLORIAINFINITA_2011_3_30_TRAS-SENDA-DEL-ANTROPOLOGO-INOCENTE-

Y si Nigel Barley se consideraba inocente no quiero ni pensar en el adjetivo que le pondría a esta pobre mujeruca.\n\n

Me he reído con él, he disfrutado, con el que más de todos los libros de viajeros por África que he devorado en los últimos tiempos y ello a pesar de que hacer una ensalada con la etnografía y el humor no parece cosa fácil.\n\n

Su “inocente” manera de burlarse de todo, empezando, por supuesto, por si mismo, ha contribuido a relajarme un tanto y le he agradecido, además, que en su relato no mencionara todo lo previamente leído, cosa que acostumbran a hacer en exceso otros. En exceso en mi opinión, claro está, y que la dejan a una con cara de boba, capítulo tras capítulo, sintiéndose incapaz de llegar ni a una milésima parte de tanta sabiduría acumulada en las cabezas de esos sesudos viajeros.\n\n

Así pues, esperando que “el cielo esté despejado para mí”, me voy un poco más al sur, sobrevuelo ese desierto que me ha retenido tantos años y me acerco a los paisajes de helechos, cafetales y bananos del noroeste camerunés para dormir al abrigo de su monte más alto: el monte Camerún.\n\n

Me encantaría poder decir esa frase con la que el amigo Paco Nadal nos alarga los dientes de “cuando leáis esto estaré volando hacia…” pero no es el caso, aún faltan unos días para mi partida aunque ya ha empezado la cuenta atrás, todas las vacunas puestas, el visado concedido y toca preparar los bártulos, me sobra faena y me falta tiempo, son los pequeños contratiempos de las aficionadas a la cosa del turisteo, cuyas vidas parece que siempre se han de complicar un poco más a la hora de partir.\n\n

Enseguida vuelvo con mis cantares.\n\n\n\n

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