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Este verano, tras un infructuoso viaje por la costa Tarraconense donde, literalmente, no podía ir más gente, decidimos viajar hacia el norte en época fuera de temporada, y fuimos a pasar por uno de los pueblos más tranquilos y bonitos que he visto últimamente. Estaban en fiestas, celebraban, creo yo, que se habían ido ya todos los turistas pesados de julio y agosto y que, si bien les llenan las arcas, les dejan todo hecho una pena.\n\nLa gente, encantadora, el sitio, precioso, el tiempo, fabuloso. \n\nComo muestra, mirad con qué tranquilidad veían su fuegos fin de fiesta entre los altos montes que circundan la localidad. Estaban preparándose para el largo y duro invierno...\n\n
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