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La muerte está en todas partes. Acaso esté en los faros de un coche que alumbren tras de nosotros desde lo alto de una colina distante. Pueden permanecer visibles por un rato y entonces desaparecer en la oscuridad como si se los hubiera tragado la tierra, para aparecer sobre otra colina y luego desaparecer de nuevo.\nEsas son las luces que lleva la muerte sobre su cabeza. La muerte se las pone por sombrero y se lanza al galope, ganándonos terreno, acercándose más y más. A veces apaga sus luces. Pero la muerte nunca se detiene" \nDe la Rueda del Tiempo de Carlos Castañeda, Don Juan, enseñanzas de los chamanes del antiguo México y sus pensamientos acerca de la Vida, la Muerte y el Universo.\nAyer visitamos con amigos caminantes, lo que pudimos del Barranco de Masca, en Tenerife. Caminamos por un viejo sendero, por un camino real de los primitivos aborígenes, muy poco recorrido en la actualidad. La entrada natural estaba cerrada al paso del viajero, como en toda muerte, aves carroñeras con formas humanas se habían hecho presentes a realizar su tarea y misión en este mundo. \nEn silencio vi, a la muerte con sus luces apagadas y a la vida en los pinos canarios, tristes y dolidos, saludando con coraje y gratitud y dándonos la bienvenida con la esperanza, de que una vez más, resurgirán como Aves Fénix de entre las cenizas.\nPude ver, en la lejanía ,su luminosidad y sus heridas y su agradecimiento por nuestra compañía.\nAl terminar, un cernícalo, pájaro habitante de esta isla, nos saludó y nos hizo su reverencial despedida\n
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