Volví a Ciudad de Guatemala para cumplir con una promesa.\n\n \n\n
“!Puerto Barrios! Tienes que llegarte hasta allá. ¡Tantas fatigas! Construyendo en medio de la selva… aquello si que era fascinante. Una aventura. Un reto permanente…”\n\n \n\n
Mi amigo, ingeniero hasta la médula, entornaba los ojos y se sumergía en el verde lujuriante de aquella selva… en el fango de las crecidas del río Motagua. Gritos, imprecaciones, blasfemias ensordecedoras.\n\n \n\n
Ya se le había olvidado al conductor mi destino. ¡Pare! Pareeeeeee! Me bajo en el cruce de Quirigua”, no quiero perderme las estelas mayas.\n\n \n\n
Este sitio arqueológico Patrimonio de la UNESCO, es menos espectacular que TIKAL pero las grandiosas estelas de arenisca están perfectamente conservadas y, en medio de la vegetación y sin hordas holladoras y vociferantes, cobran toda su fuerza.\n\n \n\n
Vuelvo a la carretera. Esta zona era el imperio de la UNITED FRUIT COMPANY, “el pulpo” que le llamaban por sus tentáculos que todo veían que todo abarcaban que todo regían. Hasta golpes de estado se permitieron para “civilizar y poner orden y concierto”.\n\n \n\n
Su vía férrea quedó en desuso. Hoy son tiempos menos gloriosos. Se han rebautizado “DEL MONTE” y siguen exportando plátanos, por PUERTO BARRIOS.\n\n \n\n
Un compañero viajero me cuenta la leyenda del TAJ MAHAL de Puerto Barrios. Un hindú, como dicen por acá, el dueño del cine MONDAL, todo un personaje de aquellas épocas “creadoras”. Se mandó construir esta tumba legendaria para él y su familia que hoy en día es lo único interesante en medio de este tráfico incesante de contenedores bananeros.\n\n \n\n
Promesa cumplida y me meto en el ferry para LIVINGSTON.\n\n \n\n
¡Viejo, reviejo! Es que tú no aprendes. Malo por tierra, pero tratándose de aguas vivas…no hay que escatimar prendas y tú no es que seas precisamente una sirena nadando. Me dice mi enemiga íntima.\n\n \n\n
Un capitán garifuna prendido a su pipa, enorme pasota bullanguero. Unas mujerucas indígenas rebozadas en su rebozo con niño y todo encomendándose a todas las virgencitas. Bultos por doquier saltando al ritmo de los bandazos. Miro sin ver el mar embravecido y espero verme pronto a seco con las risotadas de nuestro Neptuno.\n\n \n\n
El ritmo de la “PUNTA” nos acoge con los brazos abiertos en la boca del RIO DULCE.\n\n \n\n
Aquí se establecieron los esclavos africanos supervivientes de dos naufragios de 1635. Más tarde escapando de la guerra civil se establecieron gentes venidas del interior, de la montaña, que compraron todos los edificios principales. Ellos se hicieron con el comercio y los “nativos” fueron relegados a zonas periféricas.\n\n \n\n
Este pueblo esta como boca de lobo, ir a la caza de un buen “tapado” merece un premio. Entre los tambores y la salsa de coco…dormir, será para muy tarde.\n\n \n\n
Siempre he tenido que escupir la misma píldora una y otra vez: El Imperio Español explotador de indios y negros; expoliador y ladrón de metales preciosos; encarnación de todos los vicios y santidades perversas.\n\n \n\n
¿Y los PIRATAS? ¿Los CORSARIOS? A cada paso me los encuentro dispuestos a recoger el fruto de todas las ruindades y grandezas de los ESPANOLES.\n\n \n\n
En CARTAGENA DE INDIAS, en el RIO DULCE, en el ESTUARIO DE LA PLATA, en la ESPANOLA, por VERACRUZ…Omnipresentes, bien guardadas las espaldas por sus reyes, atacan sin piedad.\n\n \n\n
Encontramos una lancha que nos conviene y nos llevara río arriba hasta el pueblo Río Dulce. ¡El CANON DEL RIO DULCE es una experiencia única! Es uno de los sitios que me dejó sin respiración. Tuve la sensación de volver al origen del mundo, minúscula célula a la deriva frente a aquella muralla verde en el recodo del río. ¡Un instante de puro gozo!\n\n \n\n
Entramos en el CASTILLO SAN FELIPE, el protector de las “bodegas” españolas desde el siglo XVI. La lluvia y la reciente restauración le da un toque de decorado hollywoodiano. Me asomo a una almena y trato de avistar las banderas negras, los soldados se aprestan para la defensa…\n\n \n\n
Mis “colancheros” se quedan en una hacienda ecológica al otro lado del río. Yo esperaría la mañana en la casa natural de un habitante natural del pueblo natural de RIO DULCE.\n\n\n\n
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