Buscando qué leer para las vacaciones (del Lycée, que no mías por desgracia) y queriendo releer, aprender de memoria diría mas bien, “CRÓNICA DE UNA MUERTE ANUNCIADA”,ya por la “G”, me asaltó “LA PASIÓN TURCA”. Me dije, no, déjate de pasiones y tragedias que ya tuviste bastante. La coloco en su sitio con fuerza me doy media vuelta miro la Ceiba en flor encendida por el ventanal pero Gala no me deja me engaña( 30 segundos): “Hasta podrías escribir tu próximo post sobre Istanbul, no?” “Desideria te llevara de la mano y no tendrás mas que cerrar los ojos y abandonarte. ¡O es que ya lo has olvidado!”.\n\n \n\n\n\n
La primera estantería, en el centro, marrón y oro, la “maja” recostada. Pero sé que es un “engaño”, un gancho. Esta belleza reclinada no es la Desideria poseída por los demonios de la pasión, que diría nuestro amigo el inquisidor de Cartagena de Indias.\n\n \n\n\n\n
Se abre la caja de Pandora.\n\n \n\n\n\n
No llegué de Huesca sino de Bilbao, con un amigo. Mucho había yo preparado ese viaje por las ciudades de ASIA MENOR, la CAPADOCIA cristiana e ISTANBUL. Como por encanto me vinieron a la imaginación las clases de mi adorado profesor AZCARATE, en Madrid, cuanto todavía todo era posible. \n\n \n\n\n\n
Azcarate revivía las piedras y nos arrastraba.\n\n \n\n\n\n
Sería un vuelo de noche por más barato y así llegamos a Istanbula deshora. Un aeropuerto desierto nos recibió con la sonrisa de la conquista puesta en ojos de águila. En esas circunstancias siempre aparece que no existe otro medio de transporte que el taxi de guardia, por lo tanto empezamos a deshojar las propuestas ventajosas de los facilitadores.\n\n \n\n\n\n
Calculando, dimos en reservar un “buen” hotel por dos días. ¡Precio rebajadísimo por fuera de temporada! ¡Taxi incluido! Y… cero comisión. Añadí yo con firmeza, ya cabreada ante tantas matemáticas.\n\n \n\n\n\n
Carretera, avenidas, paseo marítimo, ¡dios! LA MEZQUITA AZUL!!!\n\n \n\n\n\n
Continua impertérrito, baja por una cuesta cada vez mas oscura y se desliza entre lo que parecían casas de madera marrones todas, descalabradas a la débil luz de algún que otro poste que yo imaginaba. No me gusta, no me gusta nada esto… dice que estamos llegando y el corazón se me sale por la boca.\n\n \n\n\n\n
Para frente a lo que debe de ser una escuela, el hotel de enfrente esta iluminado como fantasma en medio de la noche. El recepcionista pone cara de circunstancias, dice en su inglés particular que no es posible, que su hotel es de “lujo”, HERITAGE, y continua queriéndonos convencer de que debíamos pagar un suplemento. Le espeto: llame a la agencia del aeropuerto.\n\n \n\n\n\n
Nos da una habitación achicharrante, le telefoneo, bajo a recepción y ante las reclamaciones a viva voz y protestas de sus otros inquilinos nos cambia a otra con aire acondicionado. ¡Por fin, dormir!\n\n \n\n\n\n
Por la mañana descubro que es un viejo edificio de madera reconstruido al estilo “otomano moderno” según el administrador. Han conservado el patio interior con galerías que han puteado (nunca mejor dicho) de rosa, verde y amarillo pastel rebozadas en ramajes de plástico para mayor belleza.\n\n \n\n\n\n
El barrio a la luz del sol es impresionante aunque desolador. Fantásticas casas de madera con ventanas caladas , miradores, celosías, puertas claveteadas guardadas por enjambres de pequeños desarrapados y mujeres sonrientes.\n\n \n\n\n\n
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La cuesta. Los árboles de la plaza. Buscamos la calle de los albergues de mochileros. Esto se pone negro… se diría que son primos hermanos de mi tierra de adopción. Nadase tiene en su sitio, todo es cambiante y perecedero.\n\n \n\n\n\n
Siete u ocho pensiones a cada cual mas astrosa, la esperanza nos lleva a la “ultima” como si hubiera querido ponernos a prueba. Allí nos cambiaremos mañana. Esta cerca de la Mezquita Azul, en una calle iluminada (que a mí en las tinieblas los dedos se me antojan huéspedes), árboles, pequeños restaurantes de turistas.\n\n \n\n\n\n
Día de mezquitas. SULTANAHMED (la mezquita azul), HAGIA SOFÍA (que también fue mezquita) y SULEYMANIYE, la guardiana del Bósforo.\n\n \n\n\n\n
Era por junio, tiempo de circuncisiones. El parque de la mezquita azul resplandecía de las capas blancas de los aspirantes a hombre. Paseaban como príncipes con toda su familia antes de ofrecerse en al altar del sacrificio. Ufanos, gallardos, sonrientes, son el centro de atención de los mayores. No puedo resistir la tentación se sacarme una foto con uno de aquellos principitos.\n\n \n\n\n\n
El HIPÓDROMO griego, bizantino, otomano… cercano, también sirvió para acoger las celebraciones con ocasión de la circuncisión de los hijos del sultán AHMED III y en el palacio TOPKAPI se visita el salón de la CIRCUNCISIÓN.\n\n \n\n\n\n
SANTA SOFIA, como yo la conocía de memoria no me decepcionó. Sophia me cautivó por horas admirando yo los mosaicos prodigiosos.\n\n \n\n\n\n
Lejos esta la SULEYMANIYE, además en restauración. Sin embargo la vista desde sus jardines es prodigiosa, de allí bajaríamos al puerto de EMINONU para coger el ferry que hace el recorrido por el BÓSFORO.\n\n \n\n\n\n
Pero primero reparar fuerzas con unas SHISH KEBAP en un callejoncito de DIVAN YOLU, la vía imperial que unía CONSTANTINOPLA a ROMA.\n\n \n\n\n\n
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