Confieso que me he sentido tentada de crear un blog en muchas ocasiones, pero, por pereza o por falta de tiempo, nunca lo he hecho. Además, me decía, eso de que todo el mundo pueda leerte es como exponerte desnuda en un escaparate y, claro, una ya no está para tales experimentos. \n
Pero, en esta ocasión, puede más la necesidad. Me marcho unas semanas al otro lado del Atlántico. La excusa tonta es que aún me quedan días de vacaciones por utilizar (a nadie le gusta dejarlos pasar, aunque yo ya lo haya hecho muchos años). La excusa de verdad es que necesito ir a un sitio donde no me funcione el móvil ni la blackberry, aunque ello signifique que tenga que coger un vuelo de más de doce horas. No deja de ser paradójico, oye, que haya decidido escaparme con un portátil (si no, ¡¡cómo escribiría este blog!!), haya creado esta página y esté incluso emocionada con la cantidad de cosas que podré escribir aqui. ¿Me leerá alguien?
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Espero que, al menos, mi familia me siga la pista porque éste de aqui será mi único contacto con el mundo exterior. Si alguien me lee, por favor que haga comentarios para que yo pueda saber que todo esto no ha sido en vano.
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Por el momento, los preparativos van a todo tren. El único tropiezo ha sido cuando el banco me ha dicho que no vende pesos argentinos. Vaya, me dije, al final va a ser verdad que los bancos no hacen la felicidad... Por lo demás, las guías ya están compradas (2) y leídas a medias, las reservas confirmadas y el itinerario estudiado. El consulado argentino ya me ha dicho que mi pasaporte es válido. Todo el mundo sabe ya que me voy (y que hay una posibilidad de que no vuelva). Y, lo más importante, me he hecho con un poderoso somnífero que me ayudará a superar la angustia de saberme sobrevolando el Atlántico.
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Sólo queda esperar que pasen los siete días que me quedan. \n
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