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 \n\n Sus hijos prometieron regalarles un viaje a las Cataratas del Niágara si llegaban a celebrar las bodas de oro, cincuenta años de casados eran motivo de tal dispendio.\n\n Llevaban varios meses preparando todo lo necesario: pasaportes, visados, reservas de hoteles, aviones, etc.\n\n Mientras tanto los amantes padres también tenían un plan. Gracías a internet había sido posible tener acceso a todo tipo de información básica sobre cómo hacerlo.\n\n Llegó el día y todos fueron a despedirlos al aeropuerto. Se les veía radiantes y para nada se hacia patente ninguna duda sobre el amor que se profesaban.\n\n Cena en el restaurante giratorio, varias botellas de vino, una de champán, paseo por la orilla. \n\n Por la mañana, paseo en el Maid of the Mist, el mismo barco en el que Marilyn Monroe paseó en el 53, con un chubasquero amarillo y sus labios carmín.\n\n Una vez el barco se adentró justo debajo de la catarata, él desapareció y ella seguía con su cámara de fotos, con el rostro mojado por el agua y una sonrisa forzada.\n\n Cuando regresó le preguntaban por qué no volvía con él. ¡Me ha abandonado!.\n\n Después de 50 años de dedicación exclusiva, de ser la esposa perfecta, la madre ejemplar, decía, él me ha dejado.\n\n
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