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  • Que allí, en los Baños del Inca, el dueño de esos terrenos le ha dado la orden de no dejar tomar fotos a nadie, dice un guardia antipático. ¿Dueño? ¿Este sitio tiene dueño? Pues cáiganse para atrás (¡plop!), sí, lo tiene, y fue él quien se encargó de edificar dos casas de cemento en todo el corazón de ese complejo arqueológico construido en la época prehispánica, esa en la que los indios eran completamente libres y no existían mestizos ni “blancos” que los miraran por encima del hombro. \n\nEste recinto, lleno de historia y cercenado puerilmente por el mentado insensato, fue moldeado con grandes piedras y cincelado a imagen y semejanza de unos graderíos. En él, nuestros incas se pegaban sus duchazos y se sahumaban con yerbas tan aromáticas como el penco y el altamillo, el Paco Rabanne y el Chanel Nº 5 de esos tiempos. \nCada curul de esta monumental obra fue milimétricamente tallada de tal forma que se puede diferenciar el sitio donde se bañaban las mujeres del de donde lo hacían los hombres, y apreciar los orificios por los cuales emergía el agua.\n \nSí, ahí se solazaban nuestros valientes aborígenes, aunque no todos, pues en este “jacuzzi” se reservaba el derecho de admisión, es decir, era para uso exclusivo de la más selecta “pomada” de los cañaris. \n\nDebajo de él hay dos túneles que, dicen, servían de conexión con el cerro Yanacauri, montaña sagrada en la que los incas rendían culto a la Luna. De hecho, el Killa Raymi, que se celebra todos los años el último fin de semana del mes de septiembre, se realiza en dicho complejo, situado a quince minutos de Tambo y a diez de Ingapirca. \n \n Tambo es otro de los retoños del cantón Cañar y su nombre proviene del quichua “descanso”, pues la gente que habitaba en la zona austral (Cuenca, Chordeleg, Paute, Gualaceo…) tenía que dormir allí para coger el tren que venía hacia Guayaquil. Sus días de bonanza se los debe al ferrocarril, con cuya creación se abrieron cientos de negocios de todo tipo en la década de los 30, lamentablemente el tren dejó de circular a fines de los 80, lo que originó que la gente emigrara y con ello desapareciera la mano de obra, viéndose los agricultores obligados a cambiar sus cultivos de hortalizas por la cría de ganado. \n \n La casa donde quedaba el hotel Cordillera, uno de los más suntuosos de la época dorada, tiene alrededor de 80 años y es considerada la construcción más emblemática de la zona. Fue en el barrio Dositeo González donde nació este pueblo, y la calle San Judas Tadeo y la vía Panamericana las que le dieron vida. \n\nLa chicha, esa bebida que sabe a purgante y a la cual uno no le puede hacer mala cara (hay que evitar que se resienta el que la invita), es su néctar, y la papa con mote y el “señor cuy”, sus "manjares". Solamente cuatro horas separan a Guayaquil de Tambo, así que cuando pueda agarre su cámara, vaya, y olvídese del guardia “metiche”. \n
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  • 2009-07-04 06:35:48
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  • Coyoctor, el "jacuzzi" donde los incas se solazaban
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